La periodista Vicky Dávila ha cerrado un capítulo de su vida profesional al anunciar su renuncia a la dirección de la revista Semana, marcando el inicio de su campaña presidencial para el 2026. En una extensa y emotiva carta de despedida, Dávila reflexionó sobre su trayectoria, los retos enfrentados en el periodismo y su visión de un país que, según ella, necesita reconstruirse sobre valores como la verdad, la unión y la justicia. La misiva, que mezcla agradecimientos, autocrítica y determinación, establece las bases de su discurso político y de su futuro camino como aspirante a la presidencia.
“Soy una mujer simple que dice lo que piensa y hace lo que dice”
Dávila inicia su carta reafirmando su autenticidad, una cualidad que asegura haber mantenido intacta a lo largo de 33 años de ejercicio periodístico. “Cumplo mi palabra y estoy lista para encarar una nueva etapa de mi vida”, escribe, destacando que su llegada hasta este punto no ha sido fácil, pero ha estado marcada por el esfuerzo, la disciplina y el trabajo en equipo. Agradece a quienes han sido parte de su trayectoria, desde los que la apoyaron hasta los que intentaron poner obstáculos, afirmando que estas experiencias la han fortalecido.
Esta declaración resume el tono de su despedida: una mezcla de orgullo por los logros alcanzados y la convicción de que está preparada para asumir un desafío mayor. Como hija de un capataz y una ama de casa, recuerda con cariño sus orígenes humildes, subrayando que no heredó dinero ni apellidos, pero sí valores y una ética de trabajo que moldearon su carácter. “Soy producto de la familia, la educación y el esfuerzo personal”, afirma.
De la verdad periodística al liderazgo político
A lo largo de su carta, Dávila subraya su compromiso inquebrantable con la verdad, un principio que, según ella, ha guiado su carrera periodística y que también será la base de su propuesta política. En un fragmento cargado de significado, señala: “La verdad no se esconde sola. Alguien la oculta y, cuando sale a la luz, ganan los ciudadanos”.
Con este espíritu, Dávila hizo un repaso de los momentos más importantes de su carrera, desde su cobertura de la lucha contra el narcotráfico hasta las revelaciones de corrupción que marcaron un antes y un después en la política colombiana. Resaltó especialmente su labor en la publicación de los «petrovideos» y las investigaciones que comprometieron al hijo del presidente Gustavo Petro, dejando en claro que su paso por Semana estuvo guiado por un propósito: informar al país, sin importar las consecuencias.
“Al final, el periodismo puede dar luz a la oscuridad, pero el poder puede cubrir de nuevo toda la mugre con una nueva alfombra”, reflexionó, evidenciando su frustración ante la impunidad que persiste en muchos de los casos que investigó. Sin embargo, también destacó su orgullo por haber cumplido con su deber como periodista.
Un llamado a la reconstrucción nacional
Dávila también aprovechó la carta para compartir su visión de país, una visión que será el núcleo de su campaña presidencial. Criticó la degradación de la política, el poder de la corrupción y el abandono de los sectores más vulnerables. “No quiero que la Colombia de mañana sea la Venezuela de hoy”, enfatizó, en un llamado a aprender de los errores del pasado y a construir un futuro basado en la honestidad y el trabajo conjunto.
En una parte especialmente conmovedora, expresó su esperanza en los jóvenes como motor de cambio: “Nuestros jóvenes tienen que volver a tener esperanza y creer que el esfuerzo y el trabajo los sacarán adelante”. También abogó por una política más cercana a las necesidades de la gente y menos centrada en los intereses de los poderosos.
Cierre de un ciclo y el comienzo de otro
La carta concluye con un mensaje de gratitud hacia sus colegas en Semana, a quienes pidió que continúen siendo una prensa libre e independiente, y hacia los lectores, quienes ahora la verán desde una nueva perspectiva. “Ya no me vean con la mirada comprensible del periodismo, sino con la mirada crítica a quien intenta involucrarse para generar un cambio positivo en nuestro amado país”, escribió.
Dávila deja claro que su paso al ámbito político no implica un abandono de sus principios, sino una extensión de su compromiso con el país. Su renuncia a Semana marca el final de una etapa en la que consolidó su reputación como una de las periodistas más influyentes de Colombia, y el inicio de una carrera que promete ser igual de desafiante.
De periodista a candidata presidencial
Con esta carta, Vicky Dávila no solo se despide de su rol como directora de Semana, sino que también lanza su candidatura presidencial con un mensaje claro: transparencia, lucha contra la corrupción y un liderazgo centrado en la verdad y el trabajo colectivo. Su entrada al escenario político genera expectativa, pero también inevitablemente polarización, ya que promete ser una figura clave en las elecciones de 2026.
El país estará atento a cómo la periodista convertida en candidata transforma su discurso en propuestas concretas para abordar los retos más urgentes de Colombia. Por ahora, Dávila se muestra firme en su propósito: “Nunca los voy a defraudar”.