La tragedia se apoderó de la localidad de Kennedy, en Bogotá, el pasado viernes 18 de octubre, cuando una persecución policial tras el robo de una camioneta terminó con la muerte de dos personas: el patrullero Jorge Luis Ordóñez Maldonado y el barbero Gabriel Fernando Guerrero.
El patrullero Ordóñez, quien formaba parte de la Policía Metropolitana de Bogotá, fue brutalmente arrollado por los delincuentes que huían en el vehículo robado.
La familia afectada fue interceptada por cuatro hombres armados que los forzaron a abandonar su camioneta. Gracias a la rápida reacción de las autoridades, se activó un plan candado que permitió la localización del vehículo.
Sin embargo, en medio de la persecución, Ordóñez fue embestido y murió en el lugar de los hechos.
Por otro lado, Gabriel Guerrero, conocido como «Chiqui», un joven barbero del barrio, perdió la vida en un cruce de disparos mientras cerraba su negocio.
Guerrero no tenía relación alguna con el incidente, convirtiéndose en una víctima más de la violencia que afecta a los bogotanos. Pese a ser trasladado al hospital de Kennedy, sus heridas fueron fatales.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, se pronunció de inmediato ante la tragedia, lamentando profundamente la pérdida de vidas inocentes y prometiendo que los criminales responsables no quedarán impunes.
“Los criminales no tienen cabida en nuestra ciudad. Debemos unirnos en la lucha contra la delincuencia y trabajar juntos para garantizar la seguridad de todos”, afirmó Galán, enfatizando la necesidad de redoblar los esfuerzos para combatir la criminalidad.
Uno de los delincuentes, quien al parecer es menor de edad, fue capturado y se encuentra bajo custodia de las autoridades, mientras que se adelanta la búsqueda de los otros cómplices. Las autoridades han solicitado la colaboración ciudadana para identificar el vehículo en el que se movilizaban los demás implicados.
Velatón en memoria del patrullero Ordóñez
El dolor y la indignación no se hicieron esperar entre los vecinos del CAI Las Delicias, donde estaba asignado el patrullero Ordóñez. La comunidad, profundamente afectada por la pérdida de uno de los policías más queridos y cercanos, organizó una velatón en su honor.
Con velas en mano, decenas de personas se congregaron para rendir homenaje al hombre que, día tras día, velaba por la seguridad de su barrio.
«Jorge era más que un policía, era un amigo para todos nosotros. Siempre atento, siempre dispuesto a ayudar. No merecía un final así», comentaba uno de los vecinos entre lágrimas, recordando las rondas que realizaba el uniformado por el sector y las veces que compartieron un café durante las frías noches bogotanas.
Además de exigir justicia por la muerte del patrullero, los vecinos también expresaron su dolor por el fallecimiento de Gabriel Guerrero. Un joven trabajador, querido en la comunidad, que perdió la vida por estar en el lugar y en el momento equivocado.
El concejal Leandro Castellanos también se pronunció sobre el caso, resaltando el compromiso de las autoridades locales para garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia.
“No descansaremos hasta que nuestras calles sean seguras y nuestros ciudadanos se sientan protegidos y respaldados por sus instituciones”, afirmó Castellanos, reflejando el sentir de una ciudad cada vez más golpeada por la criminalidad.
La ciudadanía, mientras tanto, exige respuestas claras y contundentes, y no descansará hasta ver a todos los responsables tras las rejas.
