Urabá, una región históricamente conocida por su producción bananera y su rica biodiversidad, está en camino de convertirse en el nuevo epicentro logístico de Antioquia.
Para muchos colombianos, Urabá es una de las regiones del país más afectadas por la violencia.
Sin embargo, desde hace algunos años viene dando un giro trascendental a su realidad, posicionándose como un polo de desarrollo con grandes proyecciones en negocios y oportunidades.
Con la construcción del Puerto de Urabá, se proyecta que esta área se transforme en un motor económico similar a lo que Barranquilla ha representado para la costa Caribe de Colombia.
Lo sorprendente es que las inversiones que están impulsando este desarrollo provienen principalmente del extranjero, mientras que en Colombia se tiene poca conciencia de la magnitud de estos proyectos.
La construcción de Puerto Antioquia en el Golfo de Urabá es un proyecto de gran envergadura que busca capitalizar la estratégica ubicación geográfica de la región, cercana a importantes rutas marítimas y con acceso directo al Océano Atlántico.
Este puerto promete convertirse en un punto clave para el comercio internacional, facilitando la exportación de productos colombianos y mejorando la infraestructura logística del país.
Inversiones extranjeras
Las vías 4G acercarán al centro del país a la región para recibir turistas pero también empresarios que quieran aprovechar las ventajas de Puerto Antioquia a partir del 2025, y de dos puertos más en planes: Pisisí y Darien Port.
El túnel del Toyo, con sus 9,8 kilómetros pondrá el golfo a cuatro horas de Medellín y a 12, desde el Eje Cafetero.
El desarrollo vial y el que sea una zona costera con un tejido empresarial robusto y disponibilidad de mano de obra, convierten a esta región en una atractiva para la inversión local, nacional y extranjera.
Las inversiones que están transformando Urabá provienen mayoritariamente de empresas extranjeras que ven el potencial de la región.
Los datos de la Cámara de Comercio de Urabá indican que hoy hay más de 12.500 empresas registradas. De ellas, el 95 por ciento son micro, pequeñas y medianas, lo que da una idea de su tejido social y empresarial.
Compañías de Estados Unidos, China, y países europeos han comenzado a inyectar capital en el desarrollo del puerto y en infraestructuras asociadas como carreteras, almacenes y centros logísticos.
Impacto económico y social
El desarrollo del puerto de Urabá traerá consigo una transformación económica y social significativa.
Se espera la creación de miles de empleos directos e indirectos, lo que podría mejorar notablemente la calidad de vida en la región. Además, la infraestructura mejorada facilitará el comercio y el transporte, beneficiando no solo a Antioquia sino a todo el país.
Pese a los avances, aún hay tareas pendientes en materia de seguridad, presencia institucional y articulación para mejorar las estrategias ante el fenómeno migratorio del Darién.
Mónica Ospina Londoño, directora de Medellín y Antioquia Cómo Vamos, apunta a la necesidad de generar espacios de formación, porque la población de Urabá es la más joven del departamento.
“Cerca de la mitad es menor de 18 años. La edad también refleja los retos: garantizar la seguridad alimentaria, servicios de primera infancia, educativos y de formación, y acompañamiento del primer empleo”.
La región ha tenido históricamente problemas de seguridad y conflictos sociales que deben ser gestionados cuidadosamente para asegurar el éxito del proyecto. Además, es crucial que el desarrollo sea sostenible y respete el entorno natural único de Urabá.
Con el puerto en pleno desarrollo y las inversiones extranjeras fluyendo, Urabá está en el umbral de una transformación radical.
Este proyecto no solo cambiará la cara de la región sino que también tendrá un impacto significativo en la economía colombiana en general.
La llegada de estas inversiones internacionales subraya la importancia de que Colombia, como país, reconozca y apoye el potencial de Urabá. Es necesario que tanto el gobierno como el sector privado nacional se involucren activamente para asegurar que el desarrollo sea inclusivo y beneficioso para todos los colombianos.
En conclusión, mientras el mundo está atento a cada avance en Urabá, es crucial que Colombia también tome conciencia del inmenso potencial de esta región y se sume al esfuerzo de convertirla en el nuevo Barranquilla de Antioquia. Con un enfoque estratégico y sostenible, Urabá puede convertirse en un faro de desarrollo y prosperidad en el país.
El futuro de Puerto Antioquia
Con una inversión privada de $770 millones de dólares, se está construyendo Puerto Antioquia, el terminal multipropósito de la Bahía Colombia, en el golfo de Urabá, que entraría a operar en menos de un año para transformar el comercio internacional de la región.
Son 38 hectáreas terrestres, adecuadas con bodegas, contenedores refrigerados y no refrigerados, que estarán conectadas mediante un viaducto de 3,2 kilómetros a una plataforma marítima con 5 posiciones de atraque.
Se estima que el terminal podrá movilizar un volumen de 7 millones de toneladas de carga al año.
Para Andrés Felipe Bustos, vicepresidente institucional de Puerto Antioquia, la obra será un complemento estratégico para el eje logístico que se está conformando con las grandes inversiones en infraestructura vial en el país.
“Será una puerta de entrada y salida por excelencia desde el Caribe colombiano y un aliado estratégico para impulsar la sostenibilidad y la ampliación de rutas de comercio internacional. Urabá evidencia un aumento del 16 % en el registro y formalización de empresas. Habrá 17.000 nuevos empleos y más de 50 millones de dólares en movimiento de la economía por nómina y proveeduría”, explicó Bustos.
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