La Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, ordenó este viernes 10 de octubre el desalojo total de su campus como medida preventiva ante una amenaza de posible explosivo dentro de sus instalaciones.
La decisión fue comunicada oficialmente a la comunidad universitaria por medio de un comunicado conjunto de la Rectoría y la Vicerrectoría, en el que se informó además la suspensión temporal de todas las actividades presenciales.
Según la institución, la alerta se originó tras la circulación de un mensaje en redes sociales y grupos de mensajería en el que se advertía sobre la supuesta presencia de un artefacto explosivo en el campus. Frente a esta situación, las directivas informaron que la amenaza fue puesta de inmediato en conocimiento de las autoridades competentes, entre ellas la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia del Distrito, y la Defensoría del Pueblo.
“El desalojo fue ordenado como una medida preventiva y de protección de la comunidad universitaria”, indicó la universidad en su comunicado. También señaló que la decisión se adoptó en cumplimiento del protocolo de gestión de crisis establecido por el Comité Permanente de Riesgos y Emergencias (CPRAE).
De manera simultánea al proceso de evacuación, ingresaron al campus dos buses tipo chiva con delegaciones indígenas que tenían autorización previa para participar en un acto cultural de cierre de un evento estudiantil sobre la reforma a la financiación de la educación superior. Las autoridades universitarias confirmaron que el ingreso había sido aprobado con antelación y que la orden de desalojo fue comunicada a los organizadores del evento.
La rectoría, encabezada por Leopoldo Múnera, y la vicerrectora Nancy Molina Achury, expresaron su rechazo a cualquier amenaza contra la universidad y reiteraron que la prioridad institucional es garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes, docentes, trabajadores y visitantes.
Por su parte, el docente Diego Torres difundió un mensaje en redes sociales solicitando a la comunidad acatar de inmediato la instrucción de evacuación, calificando la situación como “creíble” según la información proporcionada por las directivas.
Tras conocerse la orden, fuentes del Distrito informaron que, hasta el momento, no se había recibido comunicación oficial por parte de la universidad sobre la amenaza, aunque las autoridades locales y la Policía Metropolitana de Bogotá desplegaron personal para verificar la situación y realizar inspecciones preventivas en el área.
De forma preliminar, voceros policiales señalaron que no se ha hallado ningún artefacto explosivo dentro del campus, pero confirmaron que se mantiene la investigación en curso. La universidad indicó que el mensaje que contiene la amenaza fue entregado a las autoridades judiciales como parte de las diligencias en desarrollo.
La institución permanecerá cerrada hasta que las autoridades confirmen que no existe riesgo para la comunidad y se garantice la seguridad total en las instalaciones.