Desde que se anunció de manera no muy transparente la escogencia de Qatar como sede del mundial 2022, son muchas las muertes que se han presentado por parte de trabajadores que se dedicaron a construir toda la infraestructura y lujo que vemos hoy en día en el país mundialista.
Hace 10 años el gobierno qatarí se propuso mostrar al mundo la modernidad de su país, e inicio una transformación total con la construcción de edificios, centros comerciales, hoteles, restaurantes, zonas deportivas y estadios que hoy dejan al planeta asombrado.
Pero el costo para el alcanzar eso que vemos en las transmisiones del mundial de fútbol y que causa admiración, han sido una inmensa cantidad de vidas de trabajadores inmigrantes.
Incluso hoy en día informes periodísticos como el del portal Siempre Noticias, muestran la actual realidad de los trabajadores en Qatar que no vemos en los cubrimientos deportivos.
Informes indican que más de 6.500 trabajadores inmigrantes provenientes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka han fallecido desde que Qatar fue elegido como sede mundialista.
Circunstancias como la alta temperatura que se produce en Doha durante el verano, hace que la mayoría de las muertes sean consideradas como fallecimientos de causa natural, sin mas pruebas, no existe obligación en Qatar de hacer autopsias, por lo que mas del 80% de los fallecimientos no tienen una causa.
Hay historias de trabajadores que, a solo una semana de haber llegado al territorio, por las difíciles condiciones laborales, decidieron acabar con su vida, o fallecieron por fallas en las circunstancias de seguridad en sus trabajos, la mayoría de construcción.
Lo cierto que, bajo ese mundo de glamour, lujo, luces, y fútbol, hay enterrados los sueños de miles de trabajadores inmigrantes que vieron en Qatar una manera de dar un mejor futuro a sus familias y solo obtuvieron la muerte.
