El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió al mundo político al nombrar al senador Marco Rubio como nuevo Secretario de Estado, un cargo crucial que lo convierte en la voz principal de la diplomacia estadounidense y el primer latino en ocupar este puesto.
Trump describió a Rubio como una “voz poderosa para la libertad” y un “guerrero intrépido” que no se intimida ante los adversarios de la nación. Esta elección pone en el centro de la diplomacia a un político con posturas claras y contundentes sobre Latinoamérica, especialmente crítico de Gustavo Petro, el presidente de Colombia.
Rubio, conocido por sus constantes críticas a Petro, reaccionó rápidamente a su nombramiento en la red social X, expresando sentirse honrado y comprometido a impulsar la agenda de política exterior de Trump.
“Bajo el liderazgo del presidente Trump lograremos la paz mediante la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses por encima de todo”, aseguró Rubio, dejando claro que su enfoque será firme y alineado con los principios del nuevo gobierno.
El Senador ha tenido numerosos enfrentamientos con Petro en temas delicados como la relación con Israel y la guerra en Gaza. Uno de los choques más duros ocurrió cuando Petro rompió relaciones diplomáticas con Israel; Rubio no dudó en criticarlo, afirmando:
“Es triste ver que un país tan increíble esté gobernado por un simpatizante terrorista que quiere ser la versión colombiana de Hugo Chávez”. Sus críticas continuaron tras el apoyo de Petro a Gaza, a quien acusó de justificar a Hamás y de usar un lenguaje antisemita al comparar a Israel con el nazismo.
La relación de Rubio con Petro no ha sido menos tensa en temas internos de Colombia. El Senador condenó las reformas impulsadas por Petro y criticó duramente sus presiones al Congreso.
“El Presidente de Colombia amenazó con una revolución si el Congreso no cedía a su demanda y la vicepresidenta marxista expresó su apoyo a un grupo terrorista”, expresó Rubio, elevando el tono de sus críticas hacia el líder colombiano y su gobierno de izquierda.
La trayectoria de Marco Rubio, hijo de inmigrantes cubanos y defensor de políticas de línea dura contra regímenes autoritarios, como el de Maduro en Venezuela, lo convierte en una figura polémica y de gran influencia.
Su postura firme contra China, su apoyo incondicional a Israel y su defensa de Taiwán reflejan su visión de una política exterior orientada a fortalecer la influencia de Estados Unidos y a desafiar a sus principales rivales.
Con su nombramiento, Estados Unidos da un giro radical en su política exterior y abre un nuevo capítulo de posibles tensiones con gobiernos de izquierda en América Latina. El gobierno de Gustavo Petro, uno de los principales críticos de Rubio, podría enfrentar una relación especialmente complicada con el próximo Secretario de Estado.
