La Policía Nacional desmanteló dos plantas de sacrificio clandestinas en Copacabana, Valle de Aburrá, donde se procesaba y comercializaba carne en condiciones deplorables, poniendo en riesgo la salud de miles de consumidores.
Los operativos, realizados tras denuncias ciudadanas, resultaron en la incautación de más de 2.6 toneladas de carne de res, cerdo y caballo. Esta carne era tratada con químicos para disimular su estado de descomposición antes de ser vendida en carnicerías de la región.
La investigación reveló que estas plantas habían estado operando desde el año 2022, adquiriendo animales en mal estado que eran mezclados con carne en buen estado para su venta al público.
Durante las diligencias, las autoridades también capturaron a un hombre que, al verse descubierto, intentó ocultar dos armas de fuego entregándoselas a una menor de edad quien era su sobrino, con quien trabajaba. En total, se incautaron dos armas de fuego, un arma de letalidad reducida, 11 cartuchos y 2.696 kilos de carne bovina, porcina y equina.
La práctica de mezclar carne rancia con productos químicos representa un grave riesgo para la salud pública, ya que el consumo de carne en mal estado puede provocar enfermedades severas e incluso mortales.