En las últimas horas, un sismo de magnitud 6,2 sacudió la ciudad de Estambul, generando momentos de tensión entre sus habitantes. El epicentro del movimiento telúrico se localizó en la periferia occidental de la ciudad, con una profundidad de 6,9 kilómetros, en la falla geológica que atraviesa el mar de Mármara. El temblor se registró a las 12:49 hora local (09:49 GMT).
A pesar del susto, especialmente en distritos como Beyoglu, donde numerosos ciudadanos salieron a las calles visiblemente preocupados, no se han reportado mayores daños en las zonas centrales de la ciudad. En lugares como la emblemática plaza de Taksim, algunas personas interrumpieron sus actividades momentáneamente, mientras que otras continuaron con su rutina, incluyendo la atención en tiendas y comercios del sector.
El ministro de Infraestructuras de Turquía, Abdulkadir Uraloglu, se pronunció al respecto a través de su cuenta en X, asegurando que no se han detectado efectos adversos ni daños en las infraestructuras clave del país. “Según nuestros primeros datos, no se ha detectado ningún efecto adverso ni daño en nuestras carreteras, aeropuertos, trenes ni líneas de metro”, escribió el funcionario.
Las autoridades continúan monitoreando la situación, mientras equipos técnicos inspeccionan diferentes zonas para descartar afectaciones estructurales. Hasta el momento, no se ha informado de víctimas ni de interrupciones significativas en los servicios públicos.
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