Las fuertes precipitaciones registradas en Bogotá y su entorno durante las dos primeras semanas de julio han llevado al sistema Chingaza a alcanzar un 89,71% de su capacidad. La cifra fue confirmada por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAB), que mantiene un monitoreo constante ante la posibilidad de que los embalses que componen el sistema superen su límite.
Tras las prolongadas temporadas secas que se presentaron entre finales de 2024 e inicios de 2025, la capital vivió una etapa crítica en el suministro de agua, lo que obligó a implementar esquemas de racionamiento. Sin embargo, la situación dio un giro con el aumento sostenido de las lluvias, lo que ha elevado significativamente los niveles de los embalses de Chuza y San Rafael.
La gerente de la EAB, Natasha Avendaño, confirmó que desde hace varios meses se han realizado ajustes operativos para manejar los volúmenes de agua en el sistema. Uno de los cambios principales ha sido la intensificación del traslado de agua desde la planta Wiesner, con el objetivo de mejorar la regulación del embalse.
“Nosotros hemos venido haciendo unos cambios operativos desde hace ya varios meses, trayendo más agua de la planta Wiesner para poder garantizar que regulamos mejor el embalse”, explicó Avendaño en declaraciones entregadas a medios locales.
Según el más reciente reporte de la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca, el embalse de Chuza registra un 87,56% de llenado, mientras que el de San Rafael alcanza el 97,09%. Estos porcentajes consolidan un promedio general de 89,71% en el sistema Chingaza, que abastece a una gran parte de la población bogotana.
Ante este escenario, las autoridades han intensificado el monitoreo de caudales y mantienen activa la coordinación con las entidades de gestión de riesgo. La EAB indicó que se cuenta con protocolos establecidos para actuar en caso de que los embalses alcancen su capacidad máxima y exista riesgo de rebose.
“Si vemos que ya estamos llegando a esos niveles que puedan implicar rebose en los respectivos embalses, se activa el protocolo preventivo de avisarle a las entidades de riesgo”, explicó Avendaño.
La vigilancia incluye la verificación permanente del comportamiento del sistema hídrico y la transmisión oportuna de información a los municipios aledaños. Las autoridades continúan con la evaluación técnica del comportamiento de los embalses ante las persistentes lluvias.
La EAB reiteró la importancia de que la ciudadanía esté atenta a las comunicaciones oficiales durante esta temporada, en la que se mantienen activos los planes de respuesta frente a cualquier contingencia relacionada con el sistema de abastecimiento de agua.