Terremoto de magnitud 6.3 deja al menos 20 muertos y más de 500 heridos en el norte del país
Un potente terremoto sacudió el norte de Afganistán en la madrugada del lunes 3 de noviembre, dejando al menos 20 personas muertas y más de 530 heridas. El sismo, de magnitud 6.3, tuvo su epicentro en el distrito de Khulm, provincia de Samangan, y se sintió con fuerza en varias regiones del país, incluida la capital Kabul.
El movimiento telúrico ocurrió a la 1:00 a.m. hora local, con una profundidad de 28 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Las provincias más afectadas fueron Balkh y Samangan, donde se reportaron graves daños estructurales, cortes de energía y deslizamientos de tierra que bloquearon carreteras clave.
Una de las estructuras más emblemáticas dañadas fue la histórica Mezquita Azul de Mazar-i-Sharif, construida en el siglo XV. Uno de sus minaretes colapsó y partes de su ornamentación quedaron reducidas a escombros, lo que representa una pérdida significativa para el patrimonio cultural afgano.
El gobierno talibán activó de inmediato equipos de rescate y asistencia médica. El Ministerio de Salud Pública informó que todos los hospitales cercanos fueron puestos en alerta, y se desplegaron brigadas médicas desde provincias vecinas. “Los equipos médicos han llegado a las zonas afectadas y se ha instruido a todos los hospitales para que permanezcan en alerta”, declaró Sharafat Zaman, portavoz del ministerio.
El Ministerio de Defensa también intervino despejando carreteras bloqueadas por deslizamientos y evacuando a personas atrapadas entre los escombros. Sin embargo, las deficientes redes de comunicación y la falta de infraestructura dificultan el acceso a comunidades remotas, lo que podría elevar el número de víctimas en las próximas horas.
Afganistán se encuentra en una zona de alta actividad tectónica, en la intersección de las placas euroasiática e india. La cordillera del Hindu Kush, que atraviesa el norte del país, ha sido escenario de múltiples terremotos devastadores. Solo en agosto de este año, un sismo similar dejó más de 2.200 muertos en las provincias orientales de Kunar, Laghman y Nangarhar.
La fragilidad de las construcciones, muchas de ellas hechas de adobe, y la precariedad de los servicios básicos agravan el impacto de estos desastres naturales. La ONU ha advertido que Afganistán enfrenta una crisis humanitaria profunda, exacerbada por la sequía, el colapso económico y la limitada ayuda internacional.
Organismos como la Media Luna Roja Afgana y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) han comenzado a desplegar equipos de evaluación y asistencia en las zonas afectadas. Se espera que en los próximos días se intensifique la entrega de ayuda médica, alimentaria y de emergencia.
Mientras tanto, miles de familias permanecen en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas sin hogar y expuestas a las bajas temperaturas nocturnas. Las autoridades locales han pedido apoyo internacional urgente para enfrentar esta nueva tragedia.



 

