Un potente sismo de magnitud 7,4 sacudió la costa sureste de Filipinas en la mañana de este viernes, generando pánico entre los habitantes de la isla de Mindanao, quienes salieron apresuradamente de sus viviendas y lugares de trabajo mientras el suelo se estremecía con fuerza.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), el epicentro del movimiento telúrico se ubicó en el lado oriental de la isla, a unos 123 kilómetros de la ciudad de Davao, con una profundidad de 58,1 kilómetros. El sismo se registró alrededor de las 9:45 de la mañana, hora local, y fue percibido con intensidad en varias localidades del sur del país.
Las autoridades locales confirmaron que al menos una persona perdió la vida en la provincia de Davao Oriental, luego de quedar atrapada bajo los escombros. La información fue entregada por el representante del segundo distrito, Cheeno Almario, quien también indicó que los organismos de emergencia continúan evaluando los daños estructurales y las posibles afectaciones adicionales en la zona.
En medio del temblor, numerosos residentes salieron corriendo de los edificios, escuelas y establecimientos comerciales en busca de lugares seguros. En algunos sectores se registraron cortes de energía eléctrica y se reportaron daños menores en infraestructuras, según informaron medios locales.
El sistema de alerta de tsunamis de Estados Unidos emitió inicialmente una advertencia ante el riesgo de olas de gran tamaño que podrían afectar las costas de Filipinas, Indonesia y la nación insular de Palau. Sin embargo, dicha alerta fue levantada al mediodía, luego de descartarse variaciones significativas en el nivel del mar y tras la verificación de que no existía una amenaza inminente para las poblaciones costeras.
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., se pronunció horas después del sismo e informó que las autoridades nacionales se encuentran desplegadas en las zonas afectadas para evaluar la situación y coordinar los esfuerzos de búsqueda y rescate.
“Estamos trabajando las 24 horas para garantizar que la ayuda llegue a todos los que la necesitan”, expresó el mandatario a través de un comunicado publicado en sus redes sociales. Marcos agregó que las agencias de gestión de desastres, junto con las fuerzas de seguridad y los equipos médicos, están operando de manera conjunta para atender a la población y brindar apoyo a las familias afectadas.
Filipinas se encuentra ubicada sobre el denominado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica y volcánica donde ocurren con frecuencia terremotos de gran magnitud. Este evento se suma a una serie de movimientos sísmicos registrados recientemente en la región, lo que ha llevado a las autoridades a mantener activos los protocolos de emergencia y a reiterar el llamado a la calma y la prevención entre los ciudadanos.