Tundu Lissu, líder opositor en Tanzania, compareció por primera vez ante la justicia desde su arresto en abril por cargos relacionados con traición. Su detención se produjo luego de que, el pasado 9 de abril, durante un mitin político en la ciudad de Mbinga, declarara que las elecciones generales previstas para octubre de 2025 no deberían celebrarse sin una reforma electoral previa.
Desde ese momento, Lissu ha sido acusado formalmente de traición y de divulgar información considerada falsa por las autoridades. Según el expediente judicial, sus declaraciones habrían incitado a la rebelión. De ser hallado culpable, podría enfrentar una condena de pena de muerte.
Organizaciones internacionales han manifestado su preocupación frente al caso. Amnistía Internacional, a través de su director regional para África Oriental y Austral, Tigere Chagutah, solicitó la liberación inmediata e incondicional del opositor. En sus palabras, “las autoridades tanzanas deben liberar de inmediato e incondicionalmente a Tundu Lissu, cuyo arresto y detención arbitrarios se produce en medio de una creciente represión contra los líderes de la oposición antes de las elecciones generales de octubre de 2025”.
Amnistía ha documentado en Tanzania una serie de medidas restrictivas contra voces críticas del gobierno. Entre estas se cuentan desapariciones forzadas de al menos cuatro líderes opositores, la prohibición de concentraciones políticas, así como arrestos masivos y detenciones sin garantías judiciales.
Durante su comparecencia del lunes 19 de mayo, Lissu envió un mensaje a sus seguidores instándolos a no tener miedo. A su llegada a la corte, levantó el puño y exclamó: “Sin reformas, no hay elecciones”. Su juicio continuará en los próximos días, mientras diversas organizaciones y defensores de derechos humanos siguen con atención el desarrollo del caso.
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