El senador republicano, Bernie Moreno, solicitó formalmente al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, incluir a tres organizaciones criminales colombianas en la lista de Grupos Terroristas Extranjeros (FTO, por sus siglas en inglés).
La petición fue presentada en una carta fechada el 30 de octubre de 2025 y enviada desde el Senado de ese país. Moreno pidió que sean designados el Estado Mayor de Bloques y Frentes (EMBF), liderado por Alexander Díaz, alias “Calarcá”; las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocidas como Clan del Golfo y encabezadas por Jobanis de Jesús Villadiego, alias “Chiquito Malo”; y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN) o “los Pachenca”, dirigidas por Hernán Giraldo, alias “El Patrón”.
En su comunicación, el Senador argumentó que estas organizaciones cumplen con los criterios legales establecidos en la legislación estadounidense para ser catalogadas como grupos terroristas, al participar en actos de violencia, asesinatos, intimidaciones, narcotráfico y confrontaciones armadas. Según el texto, estas acciones amenazan la seguridad de los Estados Unidos y de sus ciudadanos.
El documento dirigido a Rubio sostiene que estos grupos mantienen la capacidad e intención de ejecutar actividades terroristas, además de tener una estructura logística y financiera que se extiende más allá del territorio colombiano. Moreno advirtió que sus operaciones de narcotráfico están directamente relacionadas con el flujo de drogas hacia Estados Unidos, lo que, a su juicio, refuerza la urgencia de su designación.
El senador también hizo referencia a los vínculos de estas organizaciones con cárteles mexicanos y redes criminales internacionales, señalando que estas alianzas han fortalecido su alcance y su participación en actividades ilícitas que impactan la seguridad regional.
En la carta, Moreno afirmó que reconocer oficialmente a estos grupos como organizaciones terroristas permitiría a las autoridades estadounidenses aplicar herramientas más estrictas para interrumpir sus redes financieras y logísticas, facilitar la judicialización de sus miembros y enviar un mensaje claro de rechazo frente a la violencia organizada.
La comunicación fue remitida con copia a la fiscal general de Estados Unidos, Pamela Bondi, y al secretario del Tesoro, Scott Bessent, con el fin de coordinar eventuales medidas que refuercen la cooperación interinstitucional contra estas estructuras criminales.
Según el senador, esta solicitud busca fortalecer las acciones de Estados Unidos frente a las organizaciones que operan en Colombia y que, a través del narcotráfico y otras actividades ilícitas, afectan la seguridad nacional y regional.
