Siete personas perdieron la vida luego de que un avión privado se estrellara durante la maniobra de aterrizaje en el Aeropuerto Regional de Statesville, en Carolina del Norte, Estados Unidos. Entre las víctimas fatales se confirmó la presencia de Greg Biffle, el reconocido expiloto de la NASCAR Cup y su familia.
De acuerdo con los reportes oficiales emitidos por la Administración Federal de Aviación (FAA), el accidente ocurrió aproximadamente a las 10:20 a.m. (hora del Este). La aeronave involucrada es un Cessna C550, un jet privado de negocios que, según los registros preliminares, era propiedad del propio Biffle.
Testigos en la zona indicaron que el impacto fue extremadamente violento. Al tocar tierra, la aeronave sufrió un percance que derivó en un incendio de grandes proporciones, dificultando inicialmente las labores de rescate. Los equipos de emergencia de Statesville se desplazaron de inmediato al lugar del siniestro, pero desafortunadamente confirmaron que no hubo sobrevivientes entre los siete ocupantes.
Greg Biffle no solo era una figura respetada en las pistas, donde se coronó campeón de la Xfinity Series y la Truck Series, sino que también era un entusiasta de la aviación con años de experiencia como piloto privado. Su fallecimiento deja un vacío profundo en la comunidad de NASCAR, donde era recordado por su combatividad al volante y su carisma fuera de los circuitos.
Hasta el momento, las causas exactas que provocaron que el Cessna C550 perdiera el control al aterrizar son desconocidas. La FAA, en conjunto con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), ha iniciado una investigación exhaustiva para determinar si el accidente se debió a una falla mecánica, condiciones meteorológicas adversas o un error humano.
La zona del aeropuerto permaneció acordonada varias horas mientras se realizaban las labores de peritaje y recuperación de restos. Mientras tanto, las redes sociales se han inundado de mensajes de apoyo y condolencias para las familias de las siete víctimas de este trágico suceso que hoy conmociona a Carolina del Norte y al deporte motor estadounidense.
