Cada minuto que pasa se agrava la situación en la Troncal de Oriente, bloqueada desde hace cuatro días por campesinos provenientes de la Sierra Nevada de Santa Marta. La protesta ha generado una extensa fila de vehículos detenidos, cuyos ocupantes no cuentan con acceso a agua, alimentos ni servicios sanitarios.
La vía, una de las más importantes de la región Caribe, se encuentra cerrada a la altura de Río Frío por comunidades rurales que denuncian el abandono estatal. Según los organizadores, al menos 300 personas provenientes de los corregimientos de Palmor, San Javier y San Pablo participan en el bloqueo.
Los manifestantes exigen la presencia del presidente Gustavo Petro o de una delegación del alto Gobierno con capacidad de decisión para atender sus reclamos. Señalan que han firmado compromisos con el Estado que no han sido cumplidos.
Una de las mayores preocupaciones la expresan los agricultores, debido a la imposibilidad de movilizar camiones cargados de banano con destino al puerto de Santa Marta. Las altas temperaturas de la zona, cercanas a los 37 grados, amenazan con dañar la fruta, lo que podría traducirse en millonarias pérdidas económicas para pequeños productores y en el incumplimiento de compromisos de exportación.
Aunque los manifestantes permiten el paso vehicular durante 30 minutos cada tres horas, la congestión es crítica: las filas alcanzan los 10 kilómetros y los tiempos de espera son prolongados.
Pese a la magnitud del bloqueo y su impacto en la economía y la movilidad de la región, los campesinos aseguran que aún no han recibido una respuesta concreta del alto Gobierno que permita avanzar hacia una solución definitiva.
“No podemos seguir esperando mientras nuestras comunidades se deterioran. Es hora de que el Gobierno actúe de verdad”, manifestaron los voceros del paro campesino.
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