Desde la estación de Policía de Carabineros en Bogotá, la excongresista Sandra Liliana Ortiz Nova envió una carta a la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia solicitando ser escuchada en diligencia de declaración en el marco del escándalo de corrupción que sacude a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
La solicitud fue dirigida al presidente de esasala, César Augusto Reyes Medina, y al magistrado instructor Francisco Javier Farfán Molina, a quienes Ortiz Nova pide formalmente fijar “fecha y hora para ser escuchada en diligencia de declaración dentro de las investigaciones que se adelantan por su despacho en casos relacionados con la corrupción en la UNGRD, en los cuales se investigan varios aforados”.
En su comunicación, Ortiz Nova afirma que estuvo dispuesta a colaborar con la justicia a través de la Fiscalía General de la Nación, pero que esa puerta se cerró. “Como es de público conocimiento, estuve presta a colaborar con la justicia por medio de la Fiscalía General de la Nación, autoridad que el día de hoy ha cerrado las puertas”, denunció.
El documento fue radicado este lunes 29 de abril y lleva la firma, huella y número de cédula de la excongresista. Su petición pone en evidencia un giro en el caso UNGRD, que ha salpicado a múltiples actores políticos y funcionarios públicos.
La excongresista Ortiz Nova fue mencionada en versiones previas como presunta intermediaria en el entramado de corrupción que involucra contratos, compra de carrotanques y presiones a congresistas. Su intención de hablar ahora ante la Corte Suprema podría tener un impacto significativo en el curso de las investigaciones.