El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, denunció públicamente que Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, ofreció compensaciones extraordinarias a empleados clave de su compañía con el objetivo de atraerlos a sus filas. Según Altman, la estrategia de Meta incluyó propuestas salariales anuales de hasta 100 millones de dólares, junto con bonos individuales por el mismo monto.
Las declaraciones fueron hechas durante una entrevista en el pódcast Uncapped, conducido por su hermano Jack Altman. Allí, el CEO de OpenAI aseguró que “muchas personas” dentro de su equipo fueron contactadas directamente por reclutadores de Meta, con ofertas que calificó como “una locura”. A pesar del monto ofrecido, Altman afirmó con satisfacción que, hasta el momento, ningún miembro clave de OpenAI había aceptado cambiar de empresa.
Las supuestas maniobras de Meta ocurren en un contexto de fuerte competencia entre gigantes tecnológicos por liderar el desarrollo de la inteligencia artificial generativa. El área se ha convertido en el principal campo de batalla de la industria tecnológica, y compañías como OpenAI, Google, Microsoft y Meta invierten recursos considerables para atraer a los perfiles más especializados y avanzados del sector.
Altman también aprovechó la entrevista para expresar su opinión crítica sobre el enfoque innovador de Meta. Aunque reconoció ciertos aspectos positivos de la compañía liderada por Mark Zuckerberg, sostuvo que “no son geniales en innovación”. Su comentario se suma a una larga lista de tensiones no declaradas entre las principales firmas del sector, que han visto escalar la competencia no solo en productos, sino en la captación de talento altamente calificado.
Meta no ha emitido comentarios oficiales respecto a estas afirmaciones. No obstante, la empresa ha manifestado en diversas oportunidades su intención de posicionarse como protagonista en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial, especialmente a través de su unidad Meta AI y el impulso de proyectos de código abierto como LLaMA.
La disputa revela un aspecto cada vez más estratégico del mercado de la inteligencia artificial: la retención y reclutamiento de ingenieros altamente especializados, que pueden definir la velocidad e impacto de los avances tecnológicos a nivel global.
