La presidenta del Observatorio Nacional de la Mipyme, Rosmery Quintero Castro, encendió las alertas frente a la versión de un posible incremento del salario mínimo del 23% para 2026, cifra que, de aplicarse, ubicaría el ingreso mensual en $1.750.905, sin incluir el auxilio de transporte.
La dirigente gremial señaló que una variación de esa magnitud tendría efectos directos sobre los costos laborales de las micro, pequeñas y medianas empresas, que concentran una parte significativa del empleo formal en el país.
El debate se abrió tras conocerse un documento interno del Ministerio del Trabajo que plantea un aumento en dos dígitos para el próximo año. Aunque el Gobierno no ha confirmado oficialmente la cifra, el contenido del borrador generó reacciones inmediatas tanto en el sector empresarial como en las centrales sindicales, en medio de un escenario en el que no se logró acuerdo en la mesa de concertación.
Quintero explicó que el salario mínimo no solo incide en el pago mensual al trabajador, sino en todo el conjunto de obligaciones asociadas a la nómina, como prestaciones sociales, aportes a salud y pensión, y contribuciones parafiscales. En ese sentido, indicó que un aumento del 23% implica un crecimiento mayor del costo total para el empleador, lo que presiona la estructura financiera de las mipymes, cuyos márgenes de operación son limitados.
Desde la perspectiva del Observatorio Nacional de la Mipyme, este tipo de incrementos podría llevar a que algunas empresas evalúen ajustes en sus estructuras, entre ellos la reducción de personal, la contención de nuevas contrataciones o el traslado parcial de los costos a los precios finales. Según Quintero, esta última alternativa no siempre resulta viable, debido a la competencia y a la capacidad de pago de los consumidores.
Mientras tanto, las centrales obreras mantienen una postura favorable a un aumento de dos dígitos. El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias, señaló que un incremento significativo sería coherente con la posición que han sostenido desde el inicio de la negociación. Reiteró que la propuesta sindical se mantiene en el 16% y que no habrá modificaciones mientras el sector empresarial conserve su oferta.
Arias cuestionó la posición de los gremios empresariales, que han planteado un ajuste cercano al 7,2%, al considerar que esa cifra no responde a las necesidades de los trabajadores. También advirtió que la distancia entre las propuestas dificulta un acuerdo y mantiene abierta la posibilidad de que el aumento sea definido por decreto.
En este contexto, el salario mínimo vuelve a situarse en el centro del debate económico y laboral del país, se espera que esta noche Petro, en su alocución de las 7:00 de la noche, finalmente dé a conocer el monto del incremento definitivo.




