En las últimas horas, los exalcaldes de Medellín Daniel Quintero y Sergio Fajardo protagonizaron un cruce de declaraciones a través de X. La polémica se desató a partir de una publicación de Quintero en la que hizo señalamientos sobre la gestión de Fajardo en la alcaldía de Medellín.
Dichos señalamientos tuvieron relación con la seguridad y las alianzas con grupos criminales durante su administración.
El pasado viernes, 20 de diciembre, Daniel Quintero retomó un tema sobre la Operación Orión, realizada en 2002, y amplió sus declaraciones en un discurso sobre la supuesta “alianza entre grupos criminales y las autoridades” en Medellín.
En su publicación, Quintero señaló que, tras la muerte de Pablo Escobar, los grupos criminales asumieron el control de la ciudad con la presunta complicidad de las administraciones locales.
En el texto, acusó directamente a la alcaldía de Fajardo y al entonces presidente Álvaro Uribe de haber facilitado un “pacto criminal” conocido como la “Don Bernabilidad”, bajo el cual, según Quintero, se establecieron fronteras invisibles y mecanismos que permitieron homicidios controlados en la ciudad.
Quintero afirmó que bajo este pacto, miles de personas habrían sido asesinadas con la complicidad de las autoridades, y también mencionó casos relacionados con la Oficina de Envigado durante la alcaldía de Federico Gutiérrez.
Sergio Fajardo respondió con un extenso comunicado en el que desmintió las acusaciones de Quintero y defendió su gestión. “Daniel Quintero, representante de la viveza, la trampa y la mentira, miente como es habitual”, expresó Fajardo al inicio de su respuesta.
El exalcalde ofreció varias precisiones sobre los hechos:
- La Operación Orión ocurrió en 2002, cuando Luis Pérez era alcalde de Medellín.
- Durante su administración, enfrentó el legado de violencia y lideró procesos de reinserción y transformación social reconocidos internacionalmente.
- Afirmó que programas como los presupuestos participativos y los proyectos urbanos integrales marcaron un cambio positivo en la ciudad.
En relación con La Escombrera, Fajardo señaló que siempre apoyó a las víctimas y elogió el trabajo de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en la búsqueda de desaparecidos.
“Siempre hemos apoyado a las víctimas. Durante mi administración y la de Alonso Salazar, trabajamos en procesos de memoria y justicia para atender sus necesidades. Quien debe responder por lo ocurrido en 2002 es Luis Pérez, quien era alcalde en ese momento”, afirmó.
Contrarrespuesta de Quintero
Quintero calificó las declaraciones de Fajardo como “calumnias sin pruebas” y anunció que lo llevará ante los tribunales por sus señalamientos. También acusó a Fajardo de haber permitido alianzas con grupos criminales durante su mandato y de haber liderado procesos que, según él, favorecieron a las estructuras paramilitares.
El exalcalde señaló que Gustavo Villegas, secretario de Gobierno durante la administración de Fajardo, fue capturado años después por colaborar con la Oficina de Envigado. También criticó la gestión de EPM bajo Fajardo, a la que acusó de privatización y deterioro financiero.
El exalcalde destacó la gestión de Juan Felipe Gaviria como gerente de EPM, afirmando que durante su administración la empresa se mantuvo como un ejemplo de eficiencia y solidez. Contrastó este período con el gobierno de Quintero, al que acusó de causar daños significativos a la compañía.
“EPM enfrentó la etapa más difícil de su historia bajo la administración de Quintero. En mi periodo no se vendió ni se privatizó ningún activo estratégico de la empresa. Quintero intenta confundir a la ciudadanía con afirmaciones infundadas. Los resultados financieros durante mi gestión hablan por sí mismos”, afirmó Fajardo.
Hidroituango y acusación de perjuicio patrimonial
Fajardo insistió en que las investigaciones en su contra por Hidroituango fueron archivadas debido a la falta de pruebas y aseguró que su administración actuó con transparencia.
“Se realizó una campaña de desinformación en mi contra, pero los hechos y las investigaciones han demostrado mi inocencia. No tengo ninguna responsabilidad en el perjuicio patrimonial relacionado con Hidroituango”, enfatizó.
Finalmente, Fajardo señaló que las acusaciones de Quintero responden a intereses políticos y que sus publicaciones buscan desviar la atención de los problemas y controversias de su propia administración.
“Quintero debería enfocarse en responder por sus propios actos y por los casos de corrupción que han involucrado a miembros de su gobierno. Estoy dispuesto a debatir de manera pública y transparente, pero no toleraré mentiras ni calumnias”, concluyó.
Las declaraciones de Fajardo evidencian una estrategia para desmarcarse de las acusaciones y reforzar la narrativa de que su gestión se destacó por procesos de transformación social y transparencia, mientras critica las acciones de su opositor político.