El presidente Gustavo Petro se reunió en Bruselas con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, durante el Global Gateway Forum 2024, en un encuentro que buscaba afianzar la cooperación energética entre Colombia y la Unión Europea.
Sin embargo, la cita terminó marcada por planteamientos generales y sin anuncios concretos sobre financiación o acuerdos bilaterales. Aunque el mandatario presentó su propuesta de conectar energéticamente a América del Sur con Europa y China, el plan carece, hasta el momento, de respaldo técnico o financiero verificable.
Petro llegó acompañado de la canciller Rosa Villavicencio y expuso a la funcionaria europea la idea de aprovechar el potencial energético del continente suramericano, estimado, según dijo, en 1.400 gigavatios al año.
De ese total, destacó que la Guajira aportaría 65 gigavatios, una cifra que, de hacerse realidad, superaría con creces la actual capacidad de generación del país. En su exposición, el presidente planteó que si Estados Unidos hubiera invertido en ese potencial, su matriz eléctrica, aún dependiente en un 70% de combustibles fósiles, podría haberse “limpiado por completo”.
El jefe de Estado propuso también una interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá, proyecto que, según sus cálculos, requeriría una inversión de $500 millones de dólares. A falta de apoyo estadounidense, sugirió que los recursos podrían provenir de Europa o incluso de China.
No obstante, no presentó documentos, estudios técnicos ni cronogramas de ejecución que sustenten la viabilidad de la iniciativa. La mención de “tecnologías alternativas” que reemplazarían los cables eléctricos tradicionales tampoco fue acompañada de precisiones sobre su desarrollo o aplicación práctica.
La reunión con von der Leyen se enmarcó en una agenda que busca fortalecer los lazos políticos, económicos y ambientales entre Colombia y la Unión Europea. Petro afirmó que el continente suramericano podría ser clave para reducir el impacto del cambio climático, pero su discurso se centró en proyecciones teóricas sin evidencias de acuerdos firmados o compromisos financieros.
En la agenda paralela, el mandatario participó en el panel “Alianza en una era geopolítica” y en actos con víctimas exiliadas del caso Bellacruz, además de encuentros preparatorios para la Cumbre CELAC-UE que se realizará en Santa Marta.
Pese a la relevancia diplomática del foro, el paso del mandatario por Bruselas deja como saldo una propuesta ambiciosa, pero sin sustento tangible, lo que vuelve a poner sobre la mesa la brecha entre la retórica del Gobierno en materia de transición energética y los avances reales en cooperación internacional.