La renuncia de la canciller Laura Sarabia, anunciada este jueves en medio de crecientes tensiones al interior del Gobierno y múltiples controversias, generó inmediatas reacciones de diversos sectores políticos, especialmente desde la oposición, que coincidieron en señalar la salida como reflejo del desgaste y las fracturas dentro del Ejecutivo.
La senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal se pronunció de manera contundente, asegurando que Sarabia abandonó su cargo “después del maltrato de Petro, el desprecio e insulto de Benedetti y la desautorización de Saade”. Cabal cuestionó además el comunicado de la ahora exfuncionaria, en el que mencionó que su silencio buscaba “cuidar al otro”. Según la congresista, “el silencio no es cuidar a nadie, es traicionar la Constitución y la Ley”.
Por su parte, el representante Andrés Forero señaló que la decisión de Sarabia estaría motivada por los despropósitos del gobierno en la gestión de los pasaportes: “Lo que pretende hacer el presidente Gustavo Petro y el pastorcito mentiroso Saade con los pasaportes es tan demencial, que Laura Sarabia prefirió renunciar antes que ejecutar las delirantes órdenes presidenciales”, escribió en sus redes.
El concejal Daniel Briceño también se sumó a las críticas, afirmando que Sarabia se va “sin pagar, sin responder”, y cuestionando la imagen de la exfuncionaria: “No entiendo cómo algunos idealizan a esta persona llena de intereses oscuros y quien ha estado en medio de tantos escándalos de corrupción. Colombia merece mejores funcionarios, los gobiernos no pueden seguir secuestrados”, manifestó.
El senador Esteban Quintero consideró que la dimisión de Sarabia no obedeció a un acto de dignidad, sino al “profundo desgaste que ha generado su nombre en la opinión pública”. El legislador hizo un recuento de los escándalos que, según él, han rodeado a Sarabia, desde las denuncias sobre financiación irregular de la campaña presidencial hasta las irregularidades en el DAPRE, Prosperidad Social y la Cancillería. “Su salida no es una señal de rectificación, sino otro síntoma del deterioro moral y político del gobierno Petro”, concluyó.
Finalmente, el representante Juan Espinal expresó un breve pero elocuente comentario: “Renunció Laura Sarabia, ojalá prenda el ventilador”, aludiendo a la posibilidad de que la exfuncionaria revele información sobre los episodios cuestionados al interior del Ejecutivo.