El gobierno de Nicolás Maduro ha ratificado que Edmundo González Urrutia, líder de la mayor coalición opositora venezolana, será detenido si regresa al país para asumir la presidencia el próximo 10 de enero.
González, quien se encuentra exiliado en España, había manifestado su intención de regresar a Venezuela para tomar posesión del cargo, a pesar de que Maduro fue proclamado presidente reelecto en un proceso considerado «fraudulento» por la oposición.
Diosdado Cabello, ministro del Interior y vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), advirtió en rueda de prensa que no existe ninguna posibilidad de que González regrese al país sin ser arrestado. «El 10 de enero, el único que se va a juramentar se llama Nicolás Maduro», afirmó Cabello, añadiendo que no hay «ni una, ni media posibilidad» de que el líder opositor regrese sin enfrentar consecuencias legales.
El pasado 29 de julio, después de las elecciones presidenciales, González Urrutia se refugió en la Embajada de Países Bajos en Caracas, donde permaneció durante más de un mes antes de pedir asilo y trasladarse a España en septiembre.
El opositor alegó que fue víctima de persecución política y judicial en Venezuela. A pesar de las amenazas del régimen, González ha afirmado que es su deber regresar para asumir la Presidencia, señalando que fue elegido por la mayoría de los venezolanos, según los resultados de las elecciones, que son rechazados por el gobierno y la comunidad internacional.
La amenaza del gobierno de Maduro llega en un contexto de crisis política y económica en Venezuela. González, en su aparición reciente en el World Strategic Forum (WSF) en Miami, expresó que su país enfrenta un «ciclo de hiperinflación» y una «crisis humanitaria» producto de un modelo político y económico que considera «autocrático». Además, afirmó que su plan de gobierno se basaría en la inversión pública y privada para impulsar el crecimiento económico y la productividad en el país.
Maduro mantiene el respaldo de las Fuerzas Armadas y las principales instituciones del país, mientras que la coalición opositora sigue buscando alternativas para el retorno de la democracia en Venezuela.