Una mujer de 27 años, recluida en el centro penitenciario El Pedregal de Medellín, denunció haber sido víctima de abuso sexual por parte de dos funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
Según la denuncia, los hechos habrían ocurrido entre agosto y septiembre del 2024. La reclusa afirmó que, tras los abusos, quedó embarazada y que algunos guardias intentaron forzarla a interrumpir el embarazo mediante la administración de sustancias abortivas en su comida.
La situación fue puesta en conocimiento público por la Fundación Mujeres Libres de Colombia, que además le solicitado al Inpec iniciar una investigación interna sobre las acusaciones. En una carta dirigida a las autoridades penitenciarias, la fundación detalló que la mujer fue violada en múltiples ocasiones mientras estaba aislada del resto de las internas.
En el documento se menciona que un miembro del personal le entregó una prueba de embarazo que resultó positiva, lo que llevó al director del establecimiento a cuestionarla sobre cómo había quedado embarazada, dado su aislamiento y la falta de visitas íntimas.
La denuncia, además, fue presentada ante la Fiscalía General de la Nación y en ella se detallan los múltiples abusos presuntamente cometidos por los funcionarios encargados de garantizar la seguridad y el bienestar de los internos.
En respuesta a las acusaciones, el Inpec confirmó que los dos guardias supuestamente implicados fueron apartados de sus funciones mientras se llevan a cabo las investigaciones.
En otro supuesto caso, la misma fundación denunció que el 24 de diciembre pasado, otra mujer habría sido violada por dos dragoneantes, que supuestamente le suministraron sustancias alucinógenas para dejarla en estado de indefensión y poder accederla.