Tras los hechos de violencia registrados durante las manifestaciones del martes 7 de agosto en Medellín, varios miembros del Concejo de la ciudad y precandidatos al Congreso rechazaron los actos vandálicos y manifestaron su respaldo a la intervención de las autoridades.
El presidente del Concejo de Medellín, Sebastián López, calificó a los responsables de los disturbios como “terroristas urbanos” y aseguró que son “los mismos de siempre que están con Gustavo Petro y el Pacto Criminal Histórico”. López indicó que estos grupos habrían actuado con respaldo del Gobierno Nacional para generar desorden y afectar la tranquilidad de la ciudad. “La reacción que tuvo ayer la Alcaldía de Medellín con la Policía Nacional era más que justa y necesaria. Inclusive yo les hubiera dado más duro, pero a estos terroristas urbanos, vándalos del petrismo, que buscan causas ajenas a ellos, no podemos permitir que nos quiten la calma. Si el Gobierno Nacional no actúa, tenemos que actuar desde el Gobierno Distrital, con todo el apoyo de la Alcaldía, la Secretaría de Seguridad y con contundencia”, sostuvo López.
Por su parte, Simón Molina, precandidato a la Cámara de Representantes, expresó su respaldo al uso de la fuerza por parte de las autoridades y la administración local. “No podemos dejar que un grupo de desadaptados, con la disculpa de defender Palestina, intimiden y amenacen a familias con niñas y niños en Medellín”, aseguró.
El concejal Andrés Rodríguez, conocido como “el Gury”, señaló que durante las manifestaciones algunos gestores de convivencia fueron agredidos por los participantes de las marchas, a lo cual respondieron en legítima defensa. Rodríguez afirmó que las marchas propalestinas antisemitas fueron dirigidas por el concejal José Luis Marín, quien según él mantuvo retenidos a varios niños y ciudadanos en un establecimiento de comida rápida en la avenida El Poblado mientras se vandalizaban las instalaciones. “Es hora de que la Fiscalía investigue a este delincuente”, agregó.
Alejandro De Bedout, también concejal de Medellín, expresó su indignación por los hechos. “No fue una protesta, fue una horda de encapuchados atacando empresarios, destruyendo propiedad privada y vandalizando lo que es de todos. Gente cobarde, escondida tras capuchas. Lo más doloroso: no les importó que hubiera niños presentes. Atacaron sueños, empleos y espacios construidos con esfuerzo. Quieren gobernar con miedo porque no pudieron hacerlo con resultados. Gustavo Petro está poniendo a enfrentar a los colombianos por una guerra y una causa que no es nuestra”, señaló De Bedout.
Los pronunciamientos coinciden en resaltar que la intervención de las autoridades fue necesaria para proteger a los ciudadanos y garantizar la seguridad en la ciudad, y destacan la preocupación por la afectación a familias y espacios públicos durante las manifestaciones.