El colapso del régimen de Bashar al Assad en Siria ha generado una amplia gama de reacciones internacionales y en la política colombiana.
Según el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, el líder autoritario abandonó el país, aunque su paradero exacto no ha sido revelado. Los rebeldes islamistas liderados por Hayat Tahrir al-Sham tomaron el control de Damasco durante la madrugada del domingo, marcando un punto de inflexión en el conflicto que ha durado casi 14 años.
Desde Estados Unidos hasta Europa, varios líderes han expresado su posición ante estos eventos. Kaja Kallas, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, celebró el hecho como una muestra de la «debilidad» de Rusia e Irán, principales aliados del régimen.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, emitió un mensaje en varios idiomas, incluido el árabe, en el que rindió homenaje al pueblo sirio y expresó su deseo de paz y libertad para la región.
En Estados Unidos, la Casa Blanca confirmó que sigue de cerca la situación, mientras el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, planea viajar a Israel para discutir las implicaciones regionales. Donald Trump, expresidente y próximo mandatario tras su victoria en las elecciones, comentó que la caída de Al Assad refleja el debilitamiento de sus aliados, Rusia e Irán, debido a conflictos en Ucrania e Israel, respectivamente.
Llamados de la ONU y otros actores internacionales
El enviado especial de la ONU para Siria, Geir O. Pedersen, describió la caída del régimen como un «momento decisivo» e instó a una transición pacífica para evitar más sufrimiento. China, en un comunicado oficial, expresó su deseo de que Siria recupere la estabilidad y recomendó a sus ciudadanos abandonar el país mientras refuerza la seguridad en su embajada en Damasco.
Líderes europeos también han manifestado preocupación por sus ciudadanos en Siria. Suecia, Dinamarca y Polonia han urgido a sus nacionales a salir del país, citando riesgos de cierres de aeropuertos y complicaciones logísticas en futuras evacuaciones.
Postura en Colombia
El colapso del régimen de Bashar al Assad en Siria también generó respuestas en Colombia, especialmente tras las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre los posibles efectos regionales de este evento. La postura del mandatario, publicada en su cuenta de X, abrió un debate entre líderes políticos nacionales que cuestionaron y analizaron sus comentarios.
El presidente Petro publicó un mensaje en el que calificó el cambio de régimen en Siria como un proceso que podría llevar al país árabe hacia una derechización y el fundamentalismo, similar a los casos de Afganistán, Irak y Libia. También sugirió que la caída del régimen podría fortalecer la influencia iraní en la región y aislar aún más a los palestinos y kurdos.
El exministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, respondió con dureza a las declaraciones del presidente, calificándolas de “vergonzosas”. Según Pinzón, las afirmaciones de Petro no representan los intereses de Colombia y lamentó que el mandatario pareciera apoyar a un régimen dictatorial.
«Un jefe de Estado no puede divagar en medio de una crisis internacional. Estas declaraciones envían una señal de apoyo a dictaduras brutales y lamentan su caída», expresó Pinzón. Además, sugirió que Venezuela podría ser el próximo país en enfrentar una transición similar.
Por otro lado, la abogada y analista política Ani Abello también cuestionó las palabras del presidente Petro. En su cuenta de X, Abello escribió: «Qué raro que usted defienda una dictadura. Algún día caerán las de sus amigos en Venezuela y Cuba». Su comentario hizo alusión a la relación del Presidente colombiano con gobiernos considerados autoritarios en la región.
El concejal de Bogotá, Papo Amin, también se sumó a las reacciones, señalando que el presidente debería concentrarse en resolver los problemas internos de seguridad antes de opinar sobre temas internacionales. «Resuelva primero la grave crisis de seguridad por la que pasa Colombia. Esa sí que es una prioridad, presidente», expresó Amin, haciendo referencia a hechos recientes de violencia en el país, como el atentado en Jamundí.
Las declaraciones de Petro y las respuestas de líderes opositores reflejan la polarización en torno a la política exterior del gobierno actual. La caída de Bashar al Assad ha servido como punto de partida para un debate más amplio sobre las prioridades del Ejecutivo y la percepción de Colombia en el escenario internacional como su postura frente a Venezuela.