La reciente revelación sobre la participación de Estados Unidos en la compra del software de espionaje Pegasus para Colombia, destinado a la lucha contra el narcotráfico, ha desatado una ola de reacciones en el ámbito político colombiano.
Según informó El Tiempo, funcionarios estadounidenses aseguraron que Pegasus fue financiado con fondos de cooperación de su país y que el software fue operado por autoridades colombianas sin conocimiento del entonces presidente Iván Duque.
Además, se refutó la idea de que los recursos provinieran de incautaciones a organizaciones ilegales, como se había especulado previamente.
Silencio del petrismo y críticas desde la oposición
Los sectores cercanos al presidente Gustavo Petro, por el momento, han evitado pronunciarse oficialmente sobre el tema.
Sin embargo, algunos seguidores en redes sociales mencionaron que Petro «tenía razón» al señalar que el software operaba en el país.
En contraste, la oposición fue enfática en sus críticas hacia la forma en que el mandatario abordó el tema de Pegasus. El Presidente había sugerido que este software fue utilizado para espiar su campaña política y a las víctimas de la violencia durante el paro nacional, lo cual fue fuertemente cuestionado tras la revelación.
La representante Katherine Miranda, opositora del gobierno, comentó de forma sarcástica en redes: “¿Entonces Biden espió la campaña de Petro y filtró las reuniones?” y añadió: “Sin esta cortina de humo, ¿podemos ahora sí pensar en lo importante para el país?”.
Por su parte, el senador Alfredo Deluque, del Partido de la U, afirmó: “Se cayó todo el show que quisieron armar alrededor de la adquisición de Pegasus”, sumándose a las voces que califican este asunto como una “cortina de humo” para desviar la atención de temas más críticos.
Llamados a mayor transparencia y respuesta de sectores moderados
Un sector más moderado, liderado por la senadora Angélica Lozano, ha instado a que se brinden explicaciones claras sobre los responsables de la compra y la operación de Pegasus.
Lozano expresó su preocupación, señalando que “suena inverosímil porque los cooperantes deciden a espaldas del Gobierno, no es razonable”, y destacó la importancia de aclarar quiénes estuvieron involucrados en esta transacción tanto en Colombia como en Estados Unidos.
Lozano insistió en la necesidad de que se rindan cuentas y se explique por qué este acuerdo habría sido manejado sin el conocimiento del entonces presidente Duque.
Gobernador de Antioquia defiende el uso de Pegasus
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, salió en defensa de la compra de Pegasus, argumentando que este tipo de herramientas son necesarias para combatir eficazmente el narcotráfico y las organizaciones criminales en el departamento, donde la violencia y el narcotráfico son un problema crítico.
Rendón, alineándose con el discurso del expresidente Álvaro Uribe, quien defiende la seguridad como base de la paz, afirmó: “A los únicos que les atormenta la seguridad es a los bandidos”, refiriéndose a grupos ilegales como el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las FARC, que tienen una presencia significativa en varias regiones de Antioquia.
El mandatario seccional enfatizó que el software debería utilizarse exclusivamente en la lucha contra el crimen organizado, y no como una herramienta de espionaje para ciudadanos o entidades, dejando claro que cualquier desviación de su propósito sería inaceptable.
Finalmente, el expresidente Álvaro Uribe envió un espaldarazo a la compra: “se necesita cooperación internacional para derrotar la delincuencia”, dijo luego de que funcionarios estadounidenses aseguraran que el software se financió para la lucha contra la criminalidad.
El exmandatario pidió fortalecer la seguridad en Colombia a través de herramientas de inteligencia y dijo que “se necesitan más Pegasus de frente al 2026 (…) La paz sin seguridad no resulta y fracasan ambas”.
Eso sí, Uribe señaló que las tecnologías como Pegasus deben ser utilizadas bajo la “responsabilidad del Estado Colombiano” e hizo un llamado a garantizar que estas herramientas sean manejadas dentro del marco legal.
Con una parte del sector político defendiendo su uso y otros exigiendo explicaciones y condenando su posible mal uso, el país sigue dividido sobre el verdadero impacto y propósito de Pegasus en el país.