La elección de Miguel Efraín Polo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional no ha pasado desapercibida en el ámbito político. Las reacciones al anuncio reflejan la polarización que caracteriza al país, con elogios por su trayectoria y advertencias sobre el posible sesgo político que podría adquirir la Corte bajo su presencia.
La senadora Paloma Valencia, una de las voces más críticas del gobierno de Gustavo Petro, expresó su preocupación sobre lo que representa la elección de Polo para el futuro de la Corte Constitucional. En su cuenta en X (antes Twitter), Valencia fue contundente:
“Acaban de elegir al Magistrado Polo en la Corte Constitucional. Puede esperarnos un camino muy espinoso con una ya muy próxima mayoría petrista”.
Sus palabras evidencian el temor de sectores de oposición frente a la creciente influencia del Pacto Histórico y sus aliados en las altas cortes, lo que podría inclinar la balanza en decisiones clave.
Desde el gobierno, la reacción fue breve pero significativa. El presidente Gustavo Petro se pronunció en la misma red social, dejando clara su satisfacción con el resultado de la votación en el Senado:
“Felicito a Miguel Polo Rosero. Un gran triunfo”.
Con este mensaje, Petro no solo reconoce la importancia de la elección, sino que también refuerza la percepción de cercanía entre el nuevo magistrado y el Ejecutivo, un vínculo que genera controversia entre críticos del oficialismo.
Partido Liberal: respaldo institucional
Por su parte, el Partido Liberal también celebró la elección, resaltando la legitimidad del proceso y la importancia de la decisión tomada por el Senado. A través de un mensaje institucional, el partido expresó:
“Felicitamos al nuevo magistrado de la honorable @CConstitucional, Miguel Efraín Polo. En buena hora por la elección que acaba de hacer el honorable @SenadoGovCo. @PartidoLiberal”.
Este apoyo se suma al de otros sectores políticos que respaldaron a Polo durante el proceso de selección, destacando su experiencia técnica y su conocimiento en materia constitucional.
La elección de Miguel Polo llega en un momento crítico para la Corte Constitucional, en medio de debates nacionales sobre la independencia de las instituciones y el equilibrio de poderes.
Mientras sectores del gobierno y sus aliados celebran este resultado como un triunfo político, la oposición ve con recelo el impacto que podría tener esta designación en la autonomía del tribunal.
Para Polo, el desafío ahora será demostrar que su trabajo estará guiado por la Constitución y no por intereses políticos, en un entorno donde cada decisión será observada con lupa por todos los sectores del país.
