La decisión de la Alcaldía de Bogotá de implementar pico y placa dos sábados al mes para vehículos particulares no matriculados en la capital generó múltiples respuestas en autoridades regionales y en el Concejo de Bogotá.
La medida, que además incluye un incremento en el costo del pico y placa solidario para estos automotores, del 20% al 50% adicional, fue cuestionada por gobernaciones, alcaldías vecinas y varios cabildantes distritales.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, señaló en una entrevista reciente que el anuncio se dio sin previa discusión y lo calificó como una decisión que, en su opinión, no fue concertada con los actores del área metropolitana.
Indicó que la medida lo tomó por sorpresa y que, a su juicio, el proceso tendría que haber incluido espacios de diálogo para plantear alternativas que permitieran abordar las necesidades de movilidad de la capital sin generar afectaciones en municipios vecinos.
A estas observaciones se sumaron las del alcalde de Soacha, Julián Sánchez Perico, quien también advirtió que la medida incide directamente en los habitantes de su municipio, muchos de los cuales trabajan en Bogotá. Señaló que la decisión no fue consultada y pidió a la administración distrital reconsiderar la implementación. Añadió que sería comparable a que Soacha impusiera restricciones a vehículos matriculados en Bogotá.

Dentro del Concejo de Bogotá, varios cabildantes reaccionaron al anuncio. El concejal Daniel Briceño afirmó que el pico y placa sabatino para carros registrados fuera de la ciudad tendría, según él, un propósito principalmente tributario.

Expresó que esta decisión se da después de que la reforma tributaria del Distrito no fuera aprobada y reiteró críticas al incremento del costo del pico y placa solidario. Aseguró que los conductores ya asumen múltiples pagos como la sobretasa a la gasolina, el impuesto vehicular y los valores asociados a la movilidad, por lo que cuestionó la carga adicional.

Briceño añadió que, en su opinión, el Distrito busca incentivar la matrícula de vehículos en Bogotá para aumentar ingresos, algo que no aborda aspectos estructurales de la movilidad.
Otros concejales también expresaron preocupaciones, entre ellos Heidy Lorena Sánchez, quien destacó el impacto en trabajadores que viven fuera de la ciudad debido al costo de vida. Consideró que la medida puede aumentar la carga económica sobre quienes se desplazan los fines de semana.

Por su parte, el alcalde de Facatativa, Luis Carlos Casas, indicó que la medida impactará gravemente la vida de miles de ciudadanos: implementar pico y placa dos sábados al mes para vehículos matriculados fuera de Bogotá.

La Secretaría de Movilidad sostuvo que la decisión se fundamenta en un análisis que muestra el aumento sostenido de la circulación de vehículos no matriculados en Bogotá desde 2015, mientras que el número de automotores registrados en la ciudad ha disminuido desde 2012, lo que ha generado pérdidas estimadas para el Distrito. La entidad también aclaró que la entrada en vigencia será gradual y que el ajuste del pico y placa solidario comenzará en enero de 2026.
Movilidad recordó que los conductores pueden trasladar la matrícula a Bogotá, un trámite de aproximadamente 60 días y con costos definidos, lo que permitiría evitar tanto la restricción sabatina como el incremento del recargo. Señaló además que los requisitos incluyen inscripción en el Runt, documentación al día y la programación de una cita en la Ventanilla Única de Servicios.
Municipios del área metropolitana reiteraron la necesidad de concertación entre la capital y las administraciones vecinas para evitar que medidas de movilidad generen afectaciones en regiones interdependientes.





