Una cosa es segura, y es que la persona que llegue a ocupar el Ministerio de Relaciones Exteriores por ahora debe ser una mujer, esto es, para que se cumpla la ley de paridad de género.
Claro que el gobierno puede utilizar una jugada, y ya se habla de la eminente salida del ministro de la Igualdad y Equidad, Carlos Rosero, si esto ocurre y en esa cartera se nombra una mujer, podría entonces abrirse el paso de nombrar a un hombre en la Cancillería.
Pero por ahora se barajan los nombres de posibles mujeres para reemplazar a Laura Sarabia, la práctica es común en medios políticos y periodísticos, denominandose «gabinetología».
La primera opción está en cabeza de la actual directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, Angie Rodríguez, la funcionaria se ha convertido en la mano derecha de Gustavo Petro, quien lo acompaña a todas las giras y se le ve al lado del mandatario pasándole datos mientras este interviene en las plazas públicas.
Otro nombre que se baraja es el de la exministra del Medio Ambiente, Susana Mohamad, que siempre ha trabajado con Gustavo Petro y viene de las entrañas del petrismo, sin embargo, analistas verían con preocupación sus posiciones con respecto a la guerra que se libra en Gaza, esto es desde sus orígenes familiares y podría ser no muy bien visto por el gobierno republicano de Donald Trump.
También suena la actual viceministra de Relaciones Exteriores, Rosa Yolanda Villavicencio, que cuando fue nombrada en el cargo salieron a la luz denuncias por presuntos malos manejos de recursos en dos consulados colombianos en España.
Además, se le cuestionaba por la falta de competencias técnicas y estrategias para ejercer el cargo, e incluso no tiene el manejo de otro idioma.
Un nombre que también ha salido es el de Cielo Rusinque, actual Superintendente de Industria y Comercio, absolutamente cercana y defensora acérrima de Petro en redes sociales.
La renuncia de Laura Sarabia se da en un momento de alta tensión interna: el escándalo del contrato de pasaportes, la crisis diplomática con EE. UU. por declaraciones del propio Gobierno y audios del excanciller Leyva, que supuestamente habla de un complot para realizar un golpe de Estado al Gobierno.
La nueva Canciller tendrá una tarea de prioridad, manejar las relaciones bilaterales con el gobierno de Donald Trump, que están en un momento de máxima tensión.
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