En un acto público donde se inauguró un nuevo Centro de Atención Inmediata (CAI), el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, cuestionó la situación de seguridad del país y la política de “Paz Total”.
Durante su intervención, el mandatario expresó: “¿Quién no quiere la paz? Todos queremos la paz. Yo quisiera que Colombia viviera en paz, pero hablamos de paz y ayer me mataron a dos muchachos en Pinar del Río”, señaló Char.
Luego añadió que, aunque se habla de paz, en su ciudad una cajera fue asesinada recientemente en un local comercial por negarse a pagar una extorsión a bandas delincuenciales.
“¿Quién puede contener el dolor de esas mamás? ¿Cómo le pagamos a esas madres ese dolor?”, cuestionó el alcalde. Char insistió en que todos anhelan la paz, pero recalcó que primero debe prevalecer la ley y la institucionalidad. “Mientras se sigan metiendo con los barranquilleros, ahí estaremos nosotros garantizando seguridad; primero, seguridad”, sostuvo el alcalde de Barranquilla.
Frente a estas declaraciones, el presidente Gustavo Petro respondió al alcalde de Barranquilla preguntándole “Qué seguridad iba a haber si las bandas tienen poder político y electoral en Barranquilla”. Añadió que su gobierno comenzó a reducir los homicidios en la ciudad “sin contar con la alcaldía”.
El jefe de Estado también cuestionó: “¿Por qué las empresas de seguridad en Barranquilla escoltaban a grandes criminales que nosotros habíamos aprehendido? ¿Por qué tenían permiso oficial para portar armas? ¿Y por qué las relaciones llegaban hasta los juegos en línea que protegieron las comisiones económicas del Congreso y a su presidente en el Senado?”, afirmó Petro.
Por otro lado, es importante mencionar que esta no fue la única controversia que protagonizó el presidente el lunes 6 de octubre. En la madrugada de ese mismo día, publicó varios mensajes en su cuenta de X dirigidos al expresidente Álvaro Uribe Vélez, a Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, y a David Luna, precandidato presidencial.
En dichos trinos, Petro manifestó, entre otros comentarios, que “el capitalismo colombiano es raquítico y casi paralítico” y que el país “está anestesiado, drogado”. Además, sostuvo que el sistema económico colombiano cambió el modelo cafetero, caracterizado por el trabajo, la solidaridad y la belleza del pueblo, por la comodidad de vivir de la renta. Finalmente, aseguró que los gremios empresariales “no están comprometidos con la reforma agraria”, reiterando la necesidad de una transformación profunda del modelo productivo nacional.