En medio de una prolongada sesión de más de diez horas, la Comisión Cuarta del Senado de la República aprobó en tercer debate los 75 artículos que componen el proyecto de reforma laboral, una iniciativa impulsada inicialmente por el Gobierno nacional, pero que actualmente avanza con respaldo legislativo independiente.
Entre los puntos más destacados se encuentra la aprobación del recargo por trabajo nocturno desde las 7:00 p.m., así como el incremento progresivo del recargo por trabajo en domingos y festivos hasta llegar al 100%. La reforma fue aprobada con 13 votos a favor y 2 en contra, y quedó lista para su discusión final en la plenaria del Senado antes del 20 de junio, fecha de cierre de la legislatura.
En cuanto al trabajo en días de descanso obligatorio, la reforma contempla un incremento del recargo actual del 75% al 100%, implementado de forma gradual: 80% a partir del 1 de julio de 2025, 90% desde el 1 de julio de 2026 y 100% desde el 1 de julio de 2027. No obstante, las empresas que así lo decidan podrán aplicar desde un inicio el recargo completo.
También se plantea permitir jornadas laborales de cuatro días de trabajo y tres de descanso, lo que ofrecería mayor flexibilidad en los horarios.
Un aspecto relevante es la mejora de las condiciones para los aprendices. Según el proyecto, los estudiantes durante su fase lectiva recibirían el 75% del salario mínimo ($1.067.625 actuales), incrementándose del 50% anterior ($711.750 actuales), y el total del salario mínimo ($1.423.500 actuales) durante la etapa práctica, en lugar del 75% actual. Además, tendrán la posibilidad de ser afiliados a sistemas de salud, pensión y riesgos laborales como dependientes de las empresas.
Otra propuesta clave que incluye la reforma es limitar los contratos a término fijo y los vinculados a obra o trabajo a un máximo de cinco años, lo que busca evitar prolongaciones indefinidas que contribuyen a la inestabilidad laboral.
Durante el debate, el senador Juan Felipe Lemos, coordinador ponente del proyecto, expresó su preocupación por el impacto de estas medidas sobre las micro y pequeñas empresas, que representan el 98% del tejido empresarial del país. Señaló que, aunque se propuso inicialmente excluir a este segmento del recargo nocturno, la propuesta no fue aceptada.
Lemos indicó que el propósito ha sido buscar un equilibrio entre los derechos laborales y la viabilidad del sector empresarial. En ese mismo sentido, se mantuvo el contrato de aprendizaje en su forma actual, tras descartarse la propuesta del Gobierno de convertir dichos contratos en vínculos laborales formales, lo cual habría generado mayores cargas para los empleadores.
Durante la sesión, algunos legisladores manifestaron su desacuerdo con los cambios aprobados. Los senadores Carlos Meisel y Enrique Cabrales, del partido Centro Democrático, expresaron inconformidad con las proposiciones, mientras que otros sectores destacaron el avance como un logro en el fortalecimiento de los derechos laborales.
La reforma, que ahora deberá superar el cuarto debate en la plenaria del Senado, continúa siendo objeto de análisis por parte de diversos sectores económicos, sociales y políticos del país.
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