En las últimas semanas, las denuncias del presidente Gustavo Petro sobre el uso de herramientas de espionaje han puesto en el centro del debate a Pegasus, un software que ha causado controversia a nivel mundial. Desarrollado por la empresa israelí NSO Group, Pegasus es una herramienta diseñada para infiltrarse en teléfonos móviles y extraer información sin ser detectada. Pero, ¿qué es realmente Pegasus y por qué preocupa tanto su uso? Aquí explicamos todo lo que necesita saber.
¿Qué es Pegasus y cómo funciona?
Pegasus es un software espía o spyware altamente sofisticado. Su propósito principal es recolectar datos de teléfonos móviles de manera encubierta. A diferencia de otros métodos de espionaje, Pegasus es invisible para el usuario y puede activarse sin que la víctima siquiera note alguna actividad inusual en su dispositivo.
El software permite monitorear en tiempo real llamadas, mensajes, correos electrónicos, contactos, y hasta el historial de navegación de un teléfono. Además, Pegasus puede activar la cámara y el micrófono del dispositivo sin que el usuario lo sepa, permitiendo así la captura de imágenes y sonidos en vivo.
¿Cómo ingresa Pegasus en los celulares?
Pegasus puede infiltrarse en un dispositivo móvil a través de diferentes métodos. Inicialmente, requería que el usuario hiciera clic en un enlace malicioso, pero con el tiempo, su tecnología evolucionó, permitiendo que infecte teléfonos sin ninguna acción por parte del usuario, a través de técnicas llamadas exploits de “clic cero”.
Esto significa que, mediante vulnerabilidades en aplicaciones comunes o en el propio sistema operativo, el software puede instalarse en un teléfono sin necesidad de interacción. Los sistemas iOS y Android son vulnerables a Pegasus, aunque los desarrolladores de ambos sistemas operativos lanzan constantemente actualizaciones para bloquear tales ataques.
¿Cuáles son las capacidades de Pegasus?
El poder de Pegasus reside en su capacidad para obtener un acceso total al dispositivo infectado. Puede extraer mensajes cifrados de aplicaciones como WhatsApp, Telegram o Signal, capturar llamadas en vivo y geolocalizar al usuario en cualquier momento. La información capturada se envía a un servidor de comando y control controlado por quien opera el software, y este puede seleccionar exactamente qué información necesita y durante cuánto tiempo desea espiar el dispositivo.
Las posibilidades que ofrece esta tecnología la convierten en una herramienta de espionaje masivo y control extremo. Si bien algunos gobiernos argumentan que es útil para combatir el terrorismo y el crimen organizado, su uso en figuras políticas, periodistas y activistas ha provocado un rechazo generalizado por el riesgo que representa para los derechos a la privacidad y a la libertad de expresión.
¿Quién tiene acceso a Pegasus?
NSO Group asegura que Pegasus se vende exclusivamente a gobiernos y agencias de seguridad, con la condición de que su uso sea para investigaciones de carácter criminal o para combatir amenazas de seguridad nacional. Sin embargo, investigaciones periodísticas, como el Proyecto Pegasus liderado por Amnistía Internacional y Forbidden Stories, han revelado que el software ha sido utilizado para espiar a periodistas, activistas, políticos y figuras de la oposición en varios países.
Esta polémica ha generado múltiples demandas y sanciones contra NSO Group, incluyendo la inclusión de la empresa en una lista negra por parte del Gobierno de los Estados Unidos. En Colombia, los señalamientos recientes han llevado a cuestionar hasta qué punto las herramientas de espionaje de este tipo son accesibles y bajo qué supervisión se encuentran.
El caso de Colombia: ¿Espionaje a figuras públicas?
Las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre la posibilidad de que líderes de la oposición al expresidente Duque, entre ellas espionaje a su campaña y figuras críticas hayan sido monitoreadas con Pegasus, han encendido las alarmas en el país. Aunque el gobierno no ha confirmado el uso de Pegasus en Colombia, pues dice que no encuentra rastros, los riesgos que esta tecnología representa para los derechos de los ciudadanos han suscitado un debate sobre la transparencia y la regulación en el uso de herramientas de vigilancia por parte de las autoridades.
Mitos y realidades sobre Pegasus
Existen muchas ideas erróneas sobre cómo funciona Pegasus, como la creencia de que cualquier persona puede ser espiada en cualquier momento. Si bien el software es extremadamente poderoso, requiere recursos avanzados y costosos, por lo que su uso se suele limitar a objetivos específicos de alto valor para los gobiernos. Sin embargo, la falta de regulación y los casos de abuso en otros países son preocupantes para cualquier ciudadano, especialmente aquellos en posiciones de influencia o que trabajen en áreas de interés público.
La necesidad de regulación y transparencia
El caso de Pegasus ilustra la delgada línea entre la seguridad nacional y el respeto por los derechos humanos. Colombia se enfrenta a la necesidad de regular y transparentar el uso de herramientas de vigilancia avanzada, de modo que el poder que ofrecen tecnologías como Pegasus no se convierta en un arma para socavar la democracia o vulnerar derechos fundamentales.
En medio de las denuncias y preocupaciones, la sociedad civil, los medios y los organismos de derechos humanos juegan un rol clave para exigir mayor control y supervisión. Sin duda, la tecnología de espionaje debe ser usada con responsabilidad, y la transparencia es esencial para evitar que se convierta en una herramienta de represión o censura.
Pegasus es una herramienta con capacidades que pocos softwares poseen, pero también con un potencial de abuso inmenso. Las declaraciones recientes en Colombia solo evidencian la necesidad urgente de marcos legales y de vigilancia, en los cuales el acceso y el uso de tecnologías de espionaje sean estrictamente monitoreados y regulados.