En la noche del martes 21 de octubre, el presidente del Perú, José Jerí, declaró el estado de emergencia en Lima Metropolitana y en la Provincia del Callao por un período de 30 días. Esta medida fue adoptada como respuesta urgente al aumento significativo de la delincuencia organizada, la violencia, problemas de orden público tras las multitudinarias protestas en ese país y otros delitos que han afectado gravemente la seguridad ciudadana principalmente en Lima.
El estado de emergencia entró en vigor a las 12:00 a.m. del miércoles 22 de octubre, según lo anunciado por el mandatario en un mensaje televisado. En su intervención, Jerí destacó que “la delincuencia ha crecido de manera desmesurada”, afectando no solo la tranquilidad de miles de familias sino también la economía nacional. Asimismo, aseguró que “hoy empezamos a cambiar la historia en la lucha contra la inseguridad en el Perú”.
El mandatario peruano dijo también “El estado de Emergencia aprobado por el Consejo de Ministros, entra en vigencia a las 00:00 horas y por 30 días en Lima Metropolitana y El Callao. Pasamos de la defensiva a la ofensiva en la lucha contra el crimen” y enfatizó que “las guerras se ganan con acciones, no con palabras”.
Esta medida implica la suspensión temporal de ciertos derechos fundamentales, incluyendo la libertad de reunión, otorgando un mayor margen de acción a las fuerzas de seguridad para mantener el orden público. La Policía Nacional del Perú (PNP), con el apoyo de las Fuerzas Armadas, tendrá la responsabilidad de controlar el orden interno principalmente en las zonas con mayor índice de delincuencia.
Entre las disposiciones más destacadas está la restricción en las visitas a los centros penitenciarios ubicados en Lima y Callao, limitando la frecuencia y autorizando únicamente visitas de familiares cercanos. Además, se implementarán diversas medidas para contrarrestar delitos como homicidios, extorsión y tráfico ilícito de drogas, bajo un plan integral diseñado para atacar el origen de la criminalidad.
El gobierno destaca que esta medida es parte de un paquete de medidas urgentes destinadas a devolver la paz y la confianza a los ciudadanos peruanos, y a recuperar el control de la seguridad en la capital que ha sido el escenario de multitudinarias marchas que han dejado varias personas heridas y un muerto. La vigencia del estado de emergencia es hasta el 21 de noviembre, y se espera que durante este período las autoridades logren disminuir los índices delictivos que han generado alarma en la población.








