Durante la noche del 25 de junio, los canales oficiales del Gobierno nacional retransmitieron la alocución del presidente Gustavo Petro, emitida en horas de la tarde desde la Quinta de Bolívar, donde sancionó oficialmente la nueva Ley Laboral y la Ley de Salud Mental.
El evento, que tuvo como escenario un sitio cargado de simbolismo político e histórico, fue utilizado por el jefe de Estado para presentar no solo las reformas firmadas, sino también una serie de anuncios y llamados que tocaron varios frentes del debate nacional.
Uno de los momentos centrales del acto fue la firma de la reforma laboral, con la que el Gobierno asegura buscar una transformación profunda del modelo de contratación en el país. Durante su discurso, Petro no solo celebró la entrada en vigencia de la norma, sino que dirigió mensajes directos al empresariado colombiano, algunos de los cuales ya han manifestado reparos frente al cumplimiento de las nuevas disposiciones.
El presidente fue enfático al señalar que no se tolerará el incumplimiento de la reforma y ordenó al ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, organizar un cuerpo de funcionarios que se encargue de verificar, empresa por empresa, que se estén aplicando los cambios estipulados en la ley.
Según Petro, esta vigilancia deberá hacerse de forma permanente y pagada con horas extras si es necesario. El mandatario sostuvo que es momento de “organización de la clase trabajadora”, y que cada empresa tendrá que pactar con sus empleados condiciones que garanticen el cumplimiento de lo dispuesto.
Durante su intervención, Petro también se refirió a los congresistas que obstaculizaron la reforma laboral durante su trámite en el Legislativo. Los acusó de querer “sabotearla” y cuestionó sus capacidades, señalando que su oposición no impidió que la iniciativa se convirtiera en ley. Afirmó que hay nombres propios detrás de los intentos fallidos por detener el avance de la norma, y se refirió a ellos como “no inteligentes”, un calificativo que extendió a empresarios que, según dijo, no entienden la magnitud de los cambios.
En paralelo a la reforma laboral, el Presidente sancionó también la nueva Ley de Salud Mental, la cual, según explicó, tiene como objetivo garantizar acceso universal y oportuno a servicios psicosociales. La norma plantea enfoques diferenciales, mecanismos de prevención, y la integración de componentes como educación emocional, participación ciudadana y atención en contextos como escuelas, cárceles, hogares y entornos laborales.
Otro de los anuncios que mayor atención captó durante la alocución fue la intención del Gobierno de revivir a Telecom como operador estatal de fibra óptica. Para financiar esta iniciativa, Petro propuso vender la participación que el Estado aún conserva en Telefónica, y transformar a Internexa, filial de ISA y parte del Grupo Ecopetrol, en la nueva empresa pública encargada de la infraestructura digital.
Afirmó que la idea busca reconectar a Colombia con el mundo mediante redes propias y calificó la propuesta como parte de un proyecto estratégico nacional. Reconoció que la propuesta generará resistencia y anticipó que “los enemigos de la idea” aparecerán.
El mandatario también aprovechó su intervención para hacer un llamado a la Corte Constitucional, pidiéndole que remita lo antes posible a la Cámara de Representantes el fallo sobre la Ley 2381 de 2024, correspondiente a la reforma pensional.
Señaló que cualquier retraso en este trámite afectaría directamente a los adultos mayores que esperan una solución al sistema de pensiones. Agradeció al alto tribunal por no haber hundido la ley, como lo había propuesto el presidente de la Corte, magistrado Jorge Ibáñez.
Reiteró que con esta reforma no se eliminan los fondos privados, sino que se complementan con Colpensiones para crear un modelo mixto que permita cubrir a quienes hoy no acceden a una pensión. “Muchos les robaron el derecho a la pensión”, afirmó el jefe de Estado, insistiendo en que el nuevo esquema busca corregir esas exclusiones históricas.
Uno de los apartes más llamativos del discurso fue el relacionado con la Asamblea Nacional Constituyente. Petro volvió a mencionar la posibilidad de que el pueblo colombiano se “autoconvoque” para exigir la plena aplicación de la Constitución de 1991.
Negó haber convocado a una Constituyente por decreto y se defendió de las investigaciones penales abiertas en su contra por promover la idea. Incluso comparó su propuesta con la que, en su momento, lideró el expresidente César Gaviria, quien, según dijo, sí firmó un decreto convocando una Constituyente.
Finalmente, el mandatario insistió en que muchas partes de la Constitución del 91 han sido dejadas como “letra muerta” y que su gobierno no busca cambiar la Carta Política, sino aplicarla. Cerró su intervención reiterando que lo sancionado es una ley de justicia social y que su cumplimiento será supervisado.
La retransmisión del discurso, transmitida horas después, mantuvo cada una de sus declaraciones, ampliando el alcance de un mensaje que apunta a marcar el tono del Ejecutivo frente a los retos del segundo semestre legislativo.
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