Con el decreto 0922 del 20 de agosto de 2025, firmado por el presidente Gustavo Petro y la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia, Angie Rodríguez, se oficializó la salida de Alfredo Rafael Saade Vergel de la Jefatura de Despacho Presidencial.
La norma aceptó la renuncia presentada por Saade el pasado martes 19 de agosto y encargó a José Raúl Moreno, actual asesor del DAPRE, de las funciones del cargo sin desprenderse de sus labores habituales.
La decisión se conoció luego de que la Procuraduría General de la Nación decretara la suspensión preventiva de Saade por tres meses, en medio de una investigación por presunta extralimitación de funciones en la gestión del contrato de pasaportes con la Casa de la Moneda de Portugal.
Tras la medida, Saade responsabilizó públicamente al ministro del Interior, Armando Benedetti, y a la excanciller Laura Sarabia, de estar detrás de su salida. En mensajes publicados en su cuenta de X cuestionó la decisión de la Procuraduría y sugirió que existieron presiones internas en el Gobierno para marginarlo de su cargo.
El exfuncionario señaló directamente al procurador delegado Esiquio Manuel Sánchez, a quien vinculó con una relación previa de cercanía con Benedetti.
Fuentes cercanas a la Casa de Nariño indicaron que Saade sostuvo diferencias con varios integrantes del Gobierno, entre ellos Benedetti y Sarabia. Según esas versiones, hubo choques por decisiones internas en Presidencia y por el manejo de nombramientos en distintas áreas.
Algunas de sus actuaciones en materia de Cancillería también fueron objeto de reparos, como la designación de la Secretaria General de esa entidad, Elvira de las Mercedes Sanabria, quien firmó el convenio de pasaportes.
Así mismo, Saade generó polémica dentro del Pacto Histórico por insistir en la posibilidad de una reelección presidencial. El director de la UNGRD, Carlos Carrillo, le reprochó públicamente sus pronunciamientos en los que pedía respaldar esa propuesta.
Durante la instalación del Congreso, el pasado 20 de julio, también interrumpió la sesión gritando “reelección”, lo que incrementó la controversia dentro de sectores oficialistas.
Tras su salida, Saade descartó aceptar la embajada de Colombia en Brasil y anunció que inscribirá su nombre como candidato en las elecciones presidenciales de 2026.