El nuevo comandante de la Policía de Bogotá, el general Giovanni Cristancho, ha hecho una revelación alarmante sobre la lucha contra el microtráfico en la capital colombiana. Según sus declaraciones, del 100% de los capturados por este delito que son judicializados, el 75% queda en libertad por acción de los jueces, mientras que solo el 25% enfrenta un proceso penal. Cristancho señaló que los jueces justifican esta situación, argumentando que la Policía debe verificar si realmente los capturados son expendedores, a pesar de que se les encuentre con grandes cantidades de droga.
Un vacío legal que favorece a los traficantes
El general Cristancho explicó que los jueces suelen interpretar que la posesión de ciertas cantidades de droga puede ser parte del derecho al consumo personal y no necesariamente una prueba de venta ilegal. Este enfoque ha permitido que el microtráfico se expanda no solo en Bogotá, sino también en otras ciudades del país. “Si se captura a una persona con varios niveles de dosis, los jueces dicen que podría ser un consumidor con derecho a la dosis mínima y al aprovisionamiento personal, en lugar de un expendedor”, expresó el Comandante.
Este problema se enmarca en un contexto más amplio de lucha contra el narcotráfico en Colombia. Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en 2023 Colombia registró un aumento en el cultivo de coca y la producción de cocaína, lo que ha generado un incremento en la oferta de drogas en las ciudades. En Bogotá, estudios recientes han señalado que el consumo de sustancias ilícitas ha crecido, especialmente entre los jóvenes, lo que alimenta aún más el mercado del microtráfico.
Aumento del consumo y falta de acciones contundentes
El consumo de drogas en Colombia ha ido en aumento en los últimos años. Según el último informe del Observatorio de Drogas de Colombia, más del 12% de la población universitaria ha consumido marihuana en el último año, mientras que el uso de cocaína y drogas sintéticas también ha crecido.
La falta de una respuesta efectiva ante el microtráfico genera una percepción de impunidad y dificulta los esfuerzos de las autoridades para controlar esta problemática. Las recientes declaraciones del general Cristancho reflejan la frustración de la Policía frente a un sistema judicial que, deja entender, no colabora lo suficiente en la lucha contra el narcotráfico urbano.
El debate sobre la dosis mínima y su impacto en el microtráfico sigue abierto, y tanto el Gobierno como el Congreso deberán evaluar si es necesario ajustar las normas para evitar que los vacíos legales sigan favoreciendo a las redes de distribución de drogas en las ciudades colombianas.
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