La movilización convocada por la Conaie en Quito fue reprimida con gases lacrimógenos. La protesta exigía la restitución del subsidio al diésel, la reducción del IVA y el rechazo a la Asamblea Constituyente propuesta por el presidente Daniel Noboa.
Este domingo 12 de octubre, la Policía Nacional de Ecuador disolvió con gases lacrimógenos una marcha pacífica convocada por organizaciones indígenas, ambientalistas y colectivos sociales en Quito, en el marco del Día de la Interculturalidad y Plurinacionalidad. La movilización, liderada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), tenía como objetivo protestar contra el gobierno del presidente Daniel Noboa, en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel, el aumento del IVA y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
La marcha partió desde el sector de Villaflora hacia el tradicional punto de concentración en el parque El Arbolito, pero fue interceptada por fuerzas policiales que utilizaron elementos antidisturbios para dispersar a los manifestantes. Entre los participantes había mujeres, jóvenes y adultos mayores, quienes portaban pancartas con mensajes como “No somos terroristas” y “Soy ama de casa, no soy terrorista”, en respuesta a la narrativa oficial que ha calificado a los manifestantes como “violentos” o “subversivos”.
La Conaie, que agrupa a 14 nacionalidades y 18 pueblos indígenas, denunció en redes sociales una “represión desmedida” y responsabilizó al gobierno de Noboa por los actos de violencia. Su presidente, Marlon Vargas, afirmó que “la represión no trae paz, solo profundiza la indignación y fortalece la resistencia del pueblo”.
La marcha del 12 de octubre se enmarca en un paro nacional indefinido iniciado el 22 de septiembre, que ha movilizado a miles de personas en distintas provincias de los Andes y la Amazonía. En los días previos, el gobierno desplegó más de 6.000 militares en Quito para impedir una eventual “Toma de Quito”, bloqueando el ingreso de camiones con manifestantes desde otras regiones.
Hasta el momento, las protestas han dejado un fallecido por disparos presuntamente del Ejército, más de 100 heridos y más de un centenar de detenidos, algunos de ellos bajo cargos de terrorismo, según reportes de la Fiscalía.
La represión de la marcha del 12 de octubre en Quito refleja la creciente tensión entre el gobierno de Daniel Noboa y los movimientos sociales e indígenas. Mientras el Ejecutivo defiende sus reformas económicas y políticas, la Conaie y otros sectores denuncian una política de criminalización de la protesta y militarización del conflicto social. La situación sigue siendo crítica, con nuevas movilizaciones previstas y un clima de alta polarización en el país.