El presidente señaló a sectores políticos de Barranquilla como responsables de inducir a su hijo a cometer errores.
Este domingo 12 de octubre, el presidente Gustavo Petro volvió a pronunciarse públicamente sobre el proceso judicial que enfrenta su hijo Nicolás Petro Burgos, imputado por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Aunque reiteró que no interfiere en el caso, el mandatario denunció una presunta persecución política y judicial orquestada desde la Fiscalía durante la gestión del exfiscal Francisco Barbosa, y señaló a sectores de la clase política de Barranquilla como responsables de haber inducido a su hijo a buscar “una riqueza fácil”.
En una extensa publicación en su cuenta de X (antes Twitter), Petro afirmó que antes de la “red de propaganda” contra su hijo, existía una estrategia para inducirlo a cometer errores. “¿Por qué inducían a Nicolás a la riqueza fácil? ¿De dónde salían los estímulos hacia lo que yo, en mi vida personal, he rechazado siempre: la búsqueda de un mayor confort familiar?”, escribió el mandatario.
Petro también mencionó a la familia Char, una de las más influyentes del Atlántico, insinuando que “Char estaba metido en su matrimonio desde hacía tiempo”, sin especificar a qué miembro se refería. Estas declaraciones se suman a sus críticas anteriores contra la Fiscalía, a la que acusó de haber “cuadrado investigaciones” para imputar hasta 13 delitos a su hijo, con el objetivo de evitar el cambio de liderazgo en la entidad, particularmente la salida de Martha Mancera.
El presidente insistió en que no busca impunidad para Nicolás Petro, sino que el proceso avance conforme a derecho y no bajo presiones de lo que denominó “la mafia”. También alertó sobre la influencia de redes del narcotráfico y contrabando en la justicia, que según él, tienen capacidad para presionar decisiones judiciales.
Estas afirmaciones han generado reacciones en distintos sectores. El Tribunal Administrativo de Cundinamarca advirtió que las declaraciones del presidente constituyen una “injerencia lesiva” sobre la independencia judicial, y le ordenó rectificar sus señalamientos contra el fiscal Mario Burgos, quien lideró el proceso contra Nicolás Petro.
Las declaraciones de Gustavo Petro sobre el caso de su hijo Nicolás reflejan una creciente tensión entre el Ejecutivo y el sistema judicial. Aunque el presidente insiste en su respeto por el debido proceso, sus señalamientos contra fiscales, políticos y estructuras criminales han encendido el debate sobre la independencia de la justicia y el uso político de los procesos penales. El país sigue atento al desenlace judicial de Nicolás Petro y a las implicaciones políticas que este caso pueda tener.