En la antesala de las marchas organizadas por la oposición para el 23 de noviembre, el presidente Gustavo Petro volvió a encender el debate político con declaraciones que han generado indignación entre sus detractores.
En un discurso dirigido a los colombianos, el mandatario afirmó: «Mañana marcharán, convocan, los victimarios, los que quieren que esta injusticia siga padeciéndose en el país, los que quieren que no haya una reivindicación para las víctimas».
Petro, sin embargo, intentó matizar su discurso asegurando que su Gobierno respeta el derecho a la protesta, incluso cuando las movilizaciones se dirigen contra su gestión.
«Pueden hacerlo, porque este Gobierno garantiza una democracia que nunca habían vivido, que no habían sentido, pero la democracia es para toda Colombia», agregó.
Las declaraciones del presidente fueron recibidas con descontento por los sectores de oposición, que calificaron sus palabras de provocadoras y despectivas hacia los ciudadanos que planean manifestarse pacíficamente. Uno de los líderes de la movilización, en respuesta, lanzó una dura crítica a Petro y sus seguidores:
«Sí, doctor Gustavo Petro, somos asesinos, asesinos de la corrupción y de la dictadura que usted representa. No somos quien ha empuñado armas, quien ha asesinado y secuestrado. No somos de su ralea, de la de las bolsas ocultas, de las mentiras y engaños. Hoy marchamos cívicamente, no como salvajes como ustedes lo han hecho», escribió.
Las marchas, promovidas principalmente por líderes del Centro Democrático y otros sectores opositores, se convocaron para rechazar las reformas sociales y económicas planteadas por el Gobierno nacional, así como para manifestarse contra la inseguridad y el manejo cuestionado de empresas clave como Ecopetrol.
El ambiente político, ya polarizado, se intensifica con este tipo de intercambios. Mientras tanto, los ciudadanos se preparan para lo que promete ser una jornada de movilizaciones masivas en varias ciudades del país.