Desde la Casa de Nariño, el presidente Gustavo Petro sancionó dos normativas que modifican el tratamiento legal del maltrato animal y las condiciones de uso de perros en labores de seguridad privada. Se trata de la Ley Ángel y la Ley Lorenzo, aprobadas recientemente por el Congreso de la República.
La Ley Ángel endurece las sanciones para quienes cometan actos de crueldad contra los animales. De acuerdo con la nueva legislación, quienes causen la muerte de un animal podrán enfrentar penas de hasta 56 meses de prisión, así como multas entre 30 y 60 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
En caso de lesiones, la norma contempla penas de entre 20 y 48 meses de prisión y sanciones económicas que van de 15 a 30 salarios mínimos. Además, los condenados podrán ser inhabilitados para tener animales o realizar actividades económicas relacionadas con ellos.
Una de las disposiciones más relevantes de la Ley Ángel otorga a la Policía Nacional la facultad de ingresar a viviendas sin orden judicial cuando existan evidencias claras de maltrato grave. También obliga al Estado a establecer una ruta nacional de atención al maltrato animal y a capacitar de manera obligatoria a fiscales, jueces y policías en la materia.
La ley lleva el nombre de un perro llamado Ángel, cuya historia de maltrato generó conmoción en el país y motivó la formulación del proyecto. La senadora Andrea Padilla, autora de la iniciativa, destacó que la norma recoge propuestas para mejorar la respuesta institucional ante estos delitos y agilizar los procedimientos judiciales.
Durante la misma ceremonia, el presidente Petro sancionó la Ley Lorenzo, dirigida a regular las condiciones de los perros empleados en labores de seguridad privada. Esta normativa reduce la edad máxima de servicio de estos animales de ocho a seis años, y establece la obligación para las empresas del sector de implementar planes de retiro y adopción.
La Ley Lorenzo también exige condiciones dignas en los lugares donde los caninos cumplen sus funciones y promueve el desarrollo de tecnologías que permitan, en el mediano plazo, reemplazar el uso de perros en estas tareas.