El presidente Gustavo Petro prepara una alocución presidencial tras el atentado contra el senador y precandidato del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay. Aunque aún no se ha confirmado la hora exacta de su intervención, fuentes oficiales indican que el mensaje será transmitido en las próximas horas y se centrará en el grave hecho ocurrido este sábado en Bogotá, durante un evento de campaña del dirigente opositor.
Como parte de su reacción inmediata, el jefe de Estado suspendió su viaje oficial a Francia, ante la crisis y responder a la creciente presión social y política generada por el ataque. El país permanece atento al pronunciamiento, que se anticipa, será determinante en medio de un clima de creciente polarización y tensión institucional, en donde el propio Petro es señalado como responsable.
El atentado contra Uribe, perpetrado en el barrio Modelia de la localidad de Fontibón, provocó una ola de reacciones que han encendido el debate público. En redes sociales, tanto el presidente Petro como miembros de su gobierno y militantes del Pacto Histórico han sido señalados por sectores de la oposición y ciudadanía como responsables de fomentar un ambiente de confrontación política y odio. En particular, se han recordado varios episodios en los que el presidente ha hecho señalamientos directos contra Miguel Uribe y otros líderes del Centro Democrático.
Aunque no existen elementos oficiales que vinculen al Gobierno con el atentado, la percepción de responsabilidad indirecta ha ganado fuerza en ciertos sectores que critican el tono beligerante del discurso político en el país. Esta situación ha generado expectativa sobre el contenido de la alocución presidencial, especialmente en cuanto a si Petro asumirá una posición conciliadora o mantendrá su línea crítica frente a la oposición.
Líderes políticos, gremiales y ciudadanos han exigido garantías para todos los candidatos en contienda y han instado al Gobierno a condenar sin ambigüedades cualquier acto de violencia que amenace el proceso democrático. La alocución presidencial se presenta, así, como una oportunidad clave para desactivar tensiones y enviar un mensaje de unidad nacional.