El presidente Gustavo Petro encabezó este 17 de diciembre la inauguración de la Central de Generación Eléctrica Híbrida Solar en Isla Grande, una infraestructura destinada a suministrar energía continua a este territorio insular del Caribe colombiano.
El proyecto beneficiará a cerca de 1.500 habitantes de Isla Grande y del sector de Isleta, zonas que hasta ahora contaban con un servicio eléctrico limitado y dependiente, en su mayoría, de plantas diésel.
La obra demandó una inversión total de $21.443 millones, de los cuales $19.280 millones se destinaron a la ejecución del contrato de obra y $2.163 millones a la interventoría. Los recursos permitieron la instalación de sistemas solares fotovoltaicos, baterías de almacenamiento y redes eléctricas, bajo la coordinación del Ministerio de Minas y Energía y el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (IPSE).
Con la entrada en funcionamiento de la central, Isla Grande pasó de disponer de cerca de 14 horas diarias de electricidad a contar con suministro permanente durante las 24 horas. En el caso de Isleta, la comunidad accede por primera vez al servicio eléctrico.
Durante su intervención, Petro relacionó el proyecto con los compromisos planteados durante la campaña presidencial y con la necesidad de disminuir el uso de combustibles fósiles. Señaló que el consumo de petróleo, carbón y gas ha tenido efectos sobre la atmósfera, el aumento del nivel del mar y la intensificación de fenómenos climáticos, y sostuvo que la transición hacia energías renovables responde a estudios científicos y no a planteamientos retóricos.
El mandatario también se refirió a los costos de la energía en la región Caribe y a la intermediación de empresas prestadoras del servicio, indicando que el modelo implementado en Isla Grande es de carácter público y comunitario. Según explicó, la gestión local del sistema implica procesos de formación técnica para jóvenes de la comunidad, encargados del mantenimiento y operación de los paneles solares.
Petro planteó la posibilidad de replicar este tipo de proyectos en otras islas del Caribe colombiano, así como en ciudades costeras y territorios no interconectados, mencionando casos como Tintimpán, Isla Fuerte y San Andrés.
En su discurso, también abordó la relación entre acceso a energía, desarrollo productivo, turismo, pesca y conservación de alimentos, además de la eventual articulación con tecnologías para el acceso a agua potable mediante sistemas de desalinización alimentados con energía solar.
De acuerdo con los datos del proyecto, 477 usuarios se benefician de manera directa, incluidos 392 hogares en Isla Grande y 30 en Isleta, además de la posibilidad de conexión para 55 establecimientos comerciales. Más del 75% de la mano de obra no calificada empleada durante la ejecución provino de la misma comunidad.
En el componente ambiental, se estima una reducción anual de 830,4 toneladas de CO₂ y la implementación de redes subterráneas y acciones de restauración en el área del Parque Nacional Natural Corales del Rosario.





