Este martes 20 de mayo, el presidente Gustavo Petro participará en un cabildo abierto en el Paseo Bolívar de Barranquilla, en un evento que ha sido calificado por muchos sectores como una estrategia para movilizar a sus bases y dar un nuevo impulso a su proyecto político.
La convocatoria, promovida bajo la figura del cabildo, busca generar respaldo ciudadano a una eventual consulta popular con la que el mandatario pretende insistir en la aprobación de su reforma laboral, actualmente estancada en el Congreso, así como cuatro preguntas relacionadas con la reforma a la salud, que también ha encontrado resistencias legislativas.
Sin embargo, la oposición y diversos analistas políticos han advertido que esta movilización no solo busca respaldo popular, sino que estaría marcando el inicio de una campaña de continuidad del gobierno de Petro, de cara a las presidenciales de 2026. Aunque constitucionalmente el presidente no puede aspirar a la reelección, el evento es visto como parte de una estrategia para posicionar un sucesor y mantener el rumbo político actual.
De manera simbólica, la concentración se llevará a cabo en Barranquilla, la misma ciudad donde en 2021 el entonces candidato presidencial lanzó su campaña en una tarima con forma de «P». Esta coincidencia no ha pasado desapercibida.
«En Barranquilla no haremos un cabildo, sino una gran concentración del pueblo para impartir instrucciones a todo el pueblo de Colombia, después del espectáculo bochornoso de una minoría de congresistas tratando de acallar a quien deben obedecer: al pueblo colombiano», declaró Petro, elevando el tono frente al Congreso.
El plan del presidente cuenta con el respaldo de sectores sindicales, en especial de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Su presidente, Fabio Arias, anunció un paro nacional de 48 horas para el 28 y 29 de mayo, el cual podría extenderse indefinidamente, según se decidió en una Cumbre Social y Política realizada tras el hundimiento de la primera consulta.
En esa cumbre participaron organizaciones sindicales, sociales, académicas, indígenas, campesinas, afrodescendientes y otros sectores que respaldan al gobierno y su agenda reformista.
El Ejecutivo ha promovido cabildos en distintas ciudades, con la presencia de altos funcionarios y congresistas del Pacto Histórico, replicando una estrategia que fue fundamental para la victoria de Petro en 2022. A solo un año de las elecciones, el presidente vuelve a echar mano de la movilización popular como instrumento político, en una clara señal de que la campaña por el futuro del petrismo ya está en marcha.
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