En su cuenta de X, el presidente Gustavo Petro confirmó que ya no se encuentra en la ciudad de Sevilla y que salió de allí hacia Granada. Desde ese momento, no se ha tenido información precisa sobre su paradero, más allá de que estaría cumpliendo con una agenda privada. Lo que sí ha mantenido es una intensa actividad en redes sociales, donde nuevamente se victimizó, asegurando que existe un plan para sacarlo de la Presidencia mediante un golpe de Estado.
El mandatario señaló directamente al excanciller Álvaro Leyva como uno de los supuestos artífices de dicho plan, en el que, según sus afirmaciones, estarían involucrados sectores políticos, medios de comunicación, congresistas de Estados Unidos, grupos armados ilegales, el narcotráfico y figuras reconocidas de la vida pública en Colombia.
Petro afirmó que ya conocía los audios revelados por el diario El País de España, en los que se menciona a Leyva como parte de una conspiración. “Tuve, en mi silencio, que ver cómo muchas cosas que sucedían coincidían con su plan”, escribió en su X.
En sus extensas publicaciones, el Presidente aseguró que la estrategia para sacarlo del poder habría comenzado con las cartas del excanciller, en las que se le acusaba de tener problemas de drogadicción. Según Petro, estas fueron replicadas por diversos medios de comunicación con la intención de desprestigiarlo ante la opinión pública.
Petro también se comparó con otros líderes de izquierda de la región que han sido objeto de persecución política. “Pero qué coincidencia que han querido apresar a Evo, Lula, Correa, Cristina, Castillo, Petro, hasta a Maduro le pusieron precio a su cabeza, un juez extranjero. Todos víctimas de golpes de Estado parlamentarios, todos presidentes de izquierda. Todos incómodos para los poderes económicos de las tres Américas”, escribió.
Sobre el atentado contra el senador y precandidato Miguel Uribe, el presidente señaló que habría un intento de culparlo directamente del hecho: “Es pura coincidencia que mientras se publicaban las cartas que pedían defenestrarme, atentaban contra un senador de derechas para echarle la culpa al presidente que es de izquierdas. Olvidan que ningún presidente de izquierda ha ordenado matar a alguien en América Latina; siempre ha sido al revés, por centenares de miles”.
En otra publicación, se refirió a las reacciones políticas tras el atentado: “Qué coincidencia que la mayoría de los dirigentes de la derecha, en coro con los que llaman de centro, hayan repetido una y otra vez que el culpable era yo. Eso mismo replicaron los medios, los grupos económicos y las extremas derechas de América y España. Hasta lograron llenar la Plaza de Bolívar con el ‘Fuera Petro’, que no es más que la misma consigna de Leyva ¿O es que para que yo me vaya antes del 6 de agosto de 2026, no tienen que sacarme por la fuerza o matarme?”.
El jefe de Estado también lanzó críticas contra la fiscal general, las altas cortes, el Consejo Nacional Electoral, la Registraduría y otras instituciones, insinuando que hay un esfuerzo concertado por sacarlo del poder antes del fin de su mandato.
Estos mensajes, publicados en la noche colombiana y el mediodía europeo, fueron compartidos desde un lugar no precisado por el mandatario, en medio de lo que ha denominado una agenda privada.
En algunos apartes de los mensajes se perciben ideas poco claras, pero hay algo que sí resulta evidente: para el presidente de los colombianos, hay una intención generalizada de sacarlo del poder.
Los escritos del mandatario fueron tan extensos que no hubo espacio para que aclarara en qué consistió su agenda privada durante su visita a la ciudad de Manta, en Ecuador.
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