El presidente Gustavo Petro, reaccionó este domingo ante los recientes eventos en Siria, específicamente la caída del régimen de Bashar al Asad y la llegada de los rebeldes a Damasco, sugiriendo una posible “nueva alianza con Trump”. Durante su pronunciamiento, Petro planteó una serie de interrogantes sobre el futuro político de Siria y las implicaciones internacionales de estos cambios.
Petro expresó que “el régimen del Baas en Siria fue abandonado por Rusia” y advirtió sobre el giro que podría tomar el país árabe hacia el fundamentalismo, comparándolo con situaciones previas en Afganistán, Irak y Libia. Además, sugirió que la caída de Asad podría beneficiar a Israel, quien “crecerá aún más, tomando terrenos sirios”. También señaló que los palestinos y los kurdos quedarán más aislados, mientras que Irán podría ganar más influencia chiíta en la región.
El mandatario colombiano continuó con una serie de preguntas, cuestionando las futuras alianzas y la reconfiguración geopolítica global: “¿Seguirá una cesión de tierras a Rusia en Ucrania? ¿Serán traicionados Zelensky y la Europa occidental en la derecha?” Además, se preguntó sobre el destino del petróleo sirio y si la nueva situación política en Siria marcará el fin del panarabismo y su visión laica.
Petro también abordó las repercusiones de estos cambios en América Latina y el Caribe, cuestionando: “¿Abandonarán Cuba y el petróleo venezolano será carta de negociación? ¿Tendremos otros traicionados en el Caribe?” En su reflexión, también planteó si el progresismo latinoamericano será capaz de unirse para ganar la OEA y “seguir alumbrando con el faro de la democracia”.
Finalmente, el presidente destacó la tensión global entre la vida y la codicia, afirmando que la codicia “tiene las armas y el poder” y que su resultado es “la extinción después de la barbarie”. Petro concluyó su pronunciamiento señalando que “la hora progresista de los pueblos ha llegado y es la esperanza que queda”.