En la tarde del sábado 21 de junio, el presidente Gustavo Petro se dirigió a los colombianos y a los antioqueños en una alocución nacional desde el Centro Administrativo La Alpujarra en Medellín, en el marco de la jornada “Un pacto por la Paz Urbana”.
El evento, convocado por la Presidencia de la República, contó con la presencia de delegados de estructuras delincuenciales del Valle de Aburrá actualmente privados de la libertad, así como de miembros del gabinete y sectores sindicales.
La agenda se desarrolló con intervenciones de actores vinculados al proceso de paz urbana que se adelanta con grupos armados de origen urbano. Una de las primeras en tomar la palabra fue la senadora Isabel Zuleta, quien ha fungido como vocera del gobierno en este proceso.
En su discurso, Zuleta cuestionó duramente al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y al gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón. También sostuvo que la reforma laboral debe considerarse como parte del enfoque para la paz en los entornos urbanos y denunció que habría empresas que no estarían dispuestas a aplicarla. “El proceso de paz urbana se compromete a llegar a otras ciudades. En este proceso privilegiamos la vida”, declaró.
Posteriormente, el presidente Petro inició su intervención refiriéndose a hechos de violencia recientes ocurridos en el Valle del Cauca y el Cauca, y al contexto histórico de Medellín. Aludió a la operación Orión y a la situación de las víctimas de desaparición en el sector conocido como ‘La Escombrera’. También mencionó lo que llamó “violencia estatal” ejercida en Antioquia.
En referencia a las críticas del alcalde Gutiérrez sobre la concentración, Petro afirmó: “Mámola, el presidente va a donde quiera como jefe de Estado por voto popular”. Durante el discurso, algunos asistentes gritaron “reelección”, a lo que el mandatario respondió señalando que su intención no es aspirar nuevamente. “No soy adicto al poder, no como otros”, dijo.
Y añadió: “Yo no le tengo miedo, no amenace. Creyó que toda Antioquia estaba en mi contra, y yo me temo que la mayoría no está en mi contra”, añadió.
Ante las palabras del mandatario, los asistentes empezaron a gritar arengas contra el alcalde Federico Gutiérrez.
“Fuera ‘Fico’, Fuera ‘Fico’, Fuera ‘Fico’”, se escuchó en n la Plazoleta de la Alpujarra. Sin embargo, el presidente Petro pidió que no se mencionara la palabra “Fuera”.
“Ellos están invitados a esta democracia, pero a la democracia. No a la gobernanza paramilitar y la neoesclavitud. Acostumbrados a la palabra desaparecer, entonces desaparecieron mentalmente 1 millón de antioqueñas y antioqueños que votaron por el cambio. Yo creo que ya somos millón y medio, quizás más.”, comentó.
La intervención incluyó un llamado al Congreso para avanzar en el trámite de la reforma pensional, recientemente devuelta por la Corte Constitucional a la Cámara de Representantes para subsanar vicios de procedimiento. “Les solicito como presidente de Colombia regresar, dar los debates que hay que dar, pero aprobar la reforma pensional de Colombia”, expresó.
El presidente también se refirió a situaciones internas de su gobierno. Calificó como “cobardes” a algunos exmiembros del gabinete y reiteró que en los casos de corrupción, como el escándalo en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), quienes han sido señalados han sido retirados de sus cargos.
En cuanto a la reforma laboral, el mandatario dijo que su impulso implicó un alto costo político. “Me costó muchísimo trabajo. Me puse en riesgo y muchos me van a querer enviar a la cárcel porque decreté la consulta popular”, aseguró. También manifestó que la movilización ciudadana fue decisiva para la aprobación del proyecto en el Senado.
En uno de los apartes finales, Petro respondió a las versiones que lo vinculan con el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay. “Este gobierno cuida más a la oposición que a nosotros mismos”, dijo. Afirmó que de haber tenido relación con el hecho, ello contradiría su propio discurso de paz.
Finalmente, el presidente hizo alusión a su publicación en redes sociales sobre el conflicto en Medio Oriente, en la que pidió al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, no respaldar una eventual escalada militar entre Israel e Irán.