En un giro diplomático que podría marcar un antes y un después en la política internacional de Colombia, el presidente Gustavo Petro busca posicionar al país en el exclusivo club de las economías más poderosas del mundo: el G20.
Su objetivo es que Colombia sea parte de esta mesa de poder global, y la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, es el escenario elegido para dar un primer paso hacia esa meta.
El sábado 16 de noviembre, Petro llegó a Río de Janeiro para participar en la cumbre, donde se congregan los principales líderes políticos del planeta.
Gracias a una invitación de Brasil, en cabeza de su presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Colombia tiene la oportunidad de estar presente en esta reunión que reúne a los países más influyentes del mundo. El G20 incluye a naciones como Estados Unidos, China, India, Rusia, Alemania, Reino Unido, entre otras grandes economías globales.
Sin embargo, lo que sorprendió a muchos fue el anuncio de que el gobierno de Petro tiene la intención de que Colombia no solo participe como invitado, sino que logre convertirse en un miembro oficial del G20.
Una tarea compleja, sin duda, pero que el presidente colombiano planea abordar con astucia, aprovechando su posición en la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), un bloque regional que será presidido por Colombia en 2025.
De acuerdo con fuentes oficiales de la Cancillería, en la Reunión de Cancilleres de la CELAC del 7 de julio, los 32 países miembros decidieron por unanimidad que Colombia asumirá la Presidencia Pro Tempore de este organismo.
La estrategia de Petro es aprovechar esta posición para fortalecer la influencia de Colombia a nivel global, abriendo puertas no solo para la región, sino también para el país dentro del G20.
Sin embargo, la aceptación de este bloque latinoamericano dentro de la cumbre mundial aún está en juego, y la decisión final dependerá de las discusiones que se den en Río de Janeiro.
Además, Petro confía en la relación cercana que mantiene con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, un factor que podría ser clave para que su propuesta gane apoyo entre los líderes del G20. La sintonía política y económica entre ambos presidentes podría facilitar el ingreso de Colombia a este exclusivo club internacional.
El G20 no es solo un espacio para discusiones económicas; es una cumbre donde se abordan temas cruciales como la estabilidad económica mundial, el crecimiento sostenible y el rediseño de la arquitectura financiera internacional. Para Petro, estar presente en estos debates representa una oportunidad única para plantear sus propuestas de políticas progresistas que buscan reducir la pobreza, promover la paz y fomentar la inclusión social.
En una publicación reciente en su cuenta de X, Petro expresó su visión con claridad: “Hoy estoy invitado en Río de Janeiro, a la reunión de los 20 países más poderosos de la tierra, club al que Colombia no pertenece, no porque no pueda, sino porque ha dejado decaer su economía productiva por espejismos sanguinarios y autoritarios, y por una élite gobernante hereditaria y depredadora”.
Petro también reiteró su visión de un futuro progresista para el país, donde se busca la paz, la reducción de la desigualdad y el fortalecimiento de la producción y el trabajo. «Con el progresismo que busca paz, disminución de la pobreza y la desigualdad e incentivos para saber, producir y trabajar, Colombia entrará al club del G20», concluyó el mandatario.