El presidente Gustavo Petro se pronunció frente al reciente informe presentado por la Unidad Investigativa de Noticias Caracol sobre la información encontrada en los computadores incautados a alias Calarcá, en el que se revelan detalles sobre reclutamiento de menores, asesinatos de firmantes del Acuerdo de Paz y fortalecimiento militar de esa estructura disidente. El mandatario cuestionó el enfoque del reportaje y defendió los procesos de negociación que adelanta el Gobierno en distintas regiones del país.
En un extenso mensaje, Petro señaló que revisó nuevamente el informe presentado por el periodista Ricardo Calderón y afirmó que, a diferencia de episodios anteriores, en este caso no se trata de información falsa ni de errores relacionados con fuentes de dudosa procedencia. Recordó situaciones previas en las que, según dijo, se utilizaron testimonios bajo presión, como el de un preso “bajo presión de la fiscal de Medellín”, lo cual, en su opinión, “no es de la ética humana”.
El presidente planteó varios puntos para responder al contenido del informe. En primer lugar, defendió la existencia de diálogos con grupos armados y afirmó que “¿para qué se negocia con un grupo armado ilegal? No es acaso para disminuir el daño que está haciendo ese grupo a la sociedad”. Agregó que el frente de alias Calarcá “no es de ángeles”, y que se trata del único que no firmó el Acuerdo de Paz en el gobierno de Juan Manuel Santos, insistiendo en que se trata de “verdaderos disidentes” que han mantenido prácticas violentas, incluido el reclutamiento de menores y agresiones contra firmantes del acuerdo.
Aunque reconoció que los datos presentados por Noticias Caracol son ciertos, criticó la interpretación del reportaje, al afirmar que “en lo que falla Caracol es en decir que es la negociación la que incentiva la degradación de la gente de Calarcá’, cuando en realidad la detiene”. Destacó que los ciclos de negociación se desarrollan con presencia de países garantes y que en ellos participan diversos actores. Según el mandatario, estos esfuerzos buscan reducir afectaciones a las comunidades y conducir a la estructura armada hacia la desactivación de economías ilícitas.
Petro afirmó que para evaluar el impacto de los diálogos regionales “debe medirse si se quiere hacer un buen periodismo informativo”. Cuestionó que el informe sugiera que las negociaciones impulsan prácticas como el asesinato de firmantes o el reclutamiento de menores, y sostuvo que el objetivo del Gobierno es “disminuirlas y erradicarlas como prácticas”.
También comparó cifras de años anteriores y aseguró que, durante el gobierno de Iván Duque, fueron asesinados 80 firmantes de paz al año, mientras que hoy —según su afirmación— esa cifra se redujo a 33. Consideró este dato como un avance, indicando que no fue informado por el canal televisivo.
El mandatario destacó que en el séptimo ciclo de negociaciones con el grupo de alias Calarcá, realizado con presencia de gobiernos extranjeros, se acordó “cesar reclutamientos de menores de 18 años” y comprometer la entrega de los adolescentes reclutados, con acompañamiento del ICBF. Añadió que también se discutieron compromisos relacionados con la transformación de cultivos ilícitos y la recuperación ambiental de zonas amazónicas.
Petro mencionó que el Gobierno avanza en la implementación de cinco zonas de concentración (ZUT) y en la preparación de una fase más avanzada del proceso de paz. Al mismo tiempo cuestionó la postura de la Fiscalía General y afirmó: “hemos perdido apoyo de la fiscal general, preocupada por su inclusión a la lista Clinton”, señalando que el ente investigador debería avanzar en soluciones jurídico-sociales para varias regiones.
El presidente sostuvo que los acuerdos buscan eliminar todas las formas de financiación ilegal y transformar las economías ilícitas, permitiendo la manutención de los integrantes de las estructuras armadas mediante actividades legales.
En su mensaje añadió que comparte la postura del expresidente estadounidense Donald Trump “en poner en la lista Clinton a los empresarios de la muerte que tratan seres humanos como mercenarios y carne de cañón de guerras y conflictos ajenos a Colombia”.
