El día de hoy en la mañana imágenes de tristeza, dolor y sufrimiento se empezaron a difundir por medio de redes sociales, en estas se veía a una fila de hombres muertos, mientras diferentes familiares, sobre todo mujeres, lamentaban lo sucedido.
Algunos de los cuerpos ya estaban en bolsas, el lugar de esta escena fue en Brasil, específicamente en Río de Janeiro, en los complejos del Alemán y de la Penha, donde, desde la institucionalidad, se informó sobre la realización de un mega operativo el 28 de octubre contra la banda de narcotraficantes Comando Vermelho o Comando Rojo que hacen presencia en la zona.
Al iniciar el 29 de octubre, se habló de una cifra aproximada de 64 muertos, pero conforme pasaba el día dicha cifra fue aumentando, hasta llegar a 121, de acuerdo a los informes más recientes.
El número de personas que murieron en el operativo, generaron graves cuestionamientos por parte de defensores de derechos humanos, no obstante, el gobernador Cláudio Castro de Río de Janeiro declaró que los fallecidos eran criminales, con excepción de los 4 agentes que perdieron la vida en el operativo.
Según información publicada en medios internaciones, y a la entregada por las autoridades, el mayor despliegue de la operación se dio en zona boscosa, por lo cual, el gobernador sostuvo que no creía que nadie estuviera caminando por el bosque el día del enfrentamiento.
En la plataforma OSINTdefender que es un monitor de Inteligencia de Fuentes Abiertas centrado en Europa y los conflictos mundiales, se publicó para las 10 y 28 de la mañana del día 28 de octubre que se veía humo elevándose e incendios ardiendo en Río de Janeiro, mientras en el país se hacía la redada policial más grande en su historia, involucrando a más de 2.500 oficiales y soldados.
Que además, expresaron, contaban con el apoyado de helicópteros, vehículos blindados y drones, contra el Comando Vermelho, una organización criminal brasileña dedicada principalmente al tráfico de drogas, tráfico de armas, guerra irregular en esta ciudad.
Hay que mencionar que las personas integrantes del Comando Vermelho respondieron también ante el ataque empleando un dron para disminuir la ofensiva militar. Tras finalizar la intervención y conforme pasaban las horas para inicio de la mañana del pasado martes, se tenía un reporte de 64 personas asesinadas en la redada, y al menos 81 presuntos delincuentes arrestados, además desde OSINTdefender se aseguró que se hizo la incautación de 93 rifles, junto con más de media tonelada de drogas.
“Diez de los arrestados serían presuntos líderes de pandillas y serán trasladados a prisiones federales de Brasil”, dijeron en su cuenta de X. Pese a que se dijo que el operativo iba direccionado en contra de miembros de grupos ilegales dedicados al narcotráfico, como se dijo antes, la alta cifra de muertos encendió las alarmas y generó una serie de cuestionamientos.
Para medios internacionales como France 24, el activista Raull Santiago, declaró que hizo parte de un equipo que encontró 15 cuerpos, agregó que vio personas ejecutadas, así como disparos por la espalda, disparos en la cabeza, heridas de arma blanca, personas atadas. “Este nivel de brutalidad, el odio desatado… No hay otra forma de describirlo que como una masacre», sostuvo para el medio.
Por otra parte, otro de los pronunciamientos fue la del Secretario General de la ONU, António Guterres, quien dijo estar “extremadamente preocupado” por la gran cantidad de muertes.
En este sentido, Guterres recordó con vehemencia que el uso de la fuerza por parte de las autoridades policiales debe alinearse con las leyes internacionales de derechos humanos, y pidió que se lleve a cabo una investigación inmediata sobre el episodio.
Por otra parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, solicitó: “una reforma integral de los métodos de policía en Brasil”, agregando que comprendía los desafíos de lidiar con grupos criminales violentos y organizados como el Comando Rojo, pero que “la larga lista de operaciones que resultan en muchas muertes, que afectan desproporcionadamente a los afrodescendientes, plantea preguntas sobre la manera en que se llevan a cabo estas incursiones”.
En horas de la noche, se conoció que el juez Alexandre de Moraes, magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, ordenó al gobernador Cláudio Castro, que compareciera el 3 de noviembre para dar explicaciones sobre la operación policial y sus implicaciones.
Pese a los amplios cuestionamientos, desde la institucionalidad se sigue justificando lo que se denuncia, habría sido un uso desproporcional de la fuerza. Solo en horas de la tarde el gobernador Cláudio Castro se reunió con el ministro de Justicia, Ricardo Lewandowski, y anunció la creación de la Oficina de Emergencia contra el Crimen Organizado, que permitirá acciones 100% integradas entre los organismos de inteligencia, y luego expresó que era el comienzo de una nueva era.
Finalmente, el presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva sostuvo en su cuenta de x que esta mañana se reunió con ministros de su gobierno y les dio instrucciones al Ministro de Justicia y al Director General de la Policía Federal para que fueran a Río a reunirse con el gobernador.
“No podemos aceptar que el crimen organizado siga destruyendo familias, oprimiendo a los residentes y propagando drogas y violencia por las ciudades. Necesitamos un trabajo coordinado que ataque la raíz del narcotráfico sin poner en riesgo a policías inocentes, niños y familias”, afirmó.
Para explicar finalmente que con la aprobación de la Enmienda de Seguridad, que presentó al Congreso Nacional, garantizará desde su gobierno que las diferentes fuerzas policiales «actúen conjuntamente para enfrentar a las facciones criminales».



 
 




