Por casi 24 horas, los accesos a las hidroeléctricas Paraíso, Guaca y Darío Valencia, ubicadas en el municipio de El Colegio, Cundinamarca, permanecen bloqueados por manifestantes de la comunidad.
Estas acciones de protesta, motivadas por supuestos incumplimientos de la empresa Enel, están generando una crisis energética que podría afectar el suministro de Bogotá y otras regiones del país.
Según los líderes de la protesta, Enel ha fallado en cumplir compromisos relacionados con la reparación de los impactos ambientales derivados de la operación de estas centrales.
Además, acusan a la compañía de tener responsabilidad en las inundaciones del pasado 20 de noviembre, que dejaron más de 40 comercios afectados tras el desbordamiento de una quebrada y el colapso del sistema de alcantarillado.
En un comunicado, Enel Colombia rechazó las acusaciones, argumentando que su infraestructura opera con normalidad y que sus tuberías de carga, encargadas de transportar agua del río Bogotá para generación de energía, están en buen estado.
Sin embargo, la empresa advirtió que los bloqueos están impidiendo el ingreso del personal técnico programado para realizar mantenimientos preventivos, lo que podría obligar a declarar indisponibles dos unidades de generación que aportan 200 MW al Sistema Interconectado Nacional.
De prolongarse la situación, Enel anticipa que otras unidades también quedarán fuera de servicio, lo que agravaría el impacto en el suministro energético. Mientras tanto, el Ministerio de Minas y Energía anunció la llegada de una delegación para mediar entre la empresa y la comunidad, con el fin de encontrar una solución que permita restablecer las operaciones y atender las demandas de los manifestantes.
